La menor comenzó con un cuadro de fiebre y tos y luego de ser atendida en un centro de salud barrial, fue llevada al Hospital de Niños Debilio Blanco Villegas, donde se le diagnosticó Bronquiolitis. Allí fue atendida con broncodilatadores y se le suministró oxígeno, aunque el cuadro no mejoró, por el contrario comenzó a involucionar.

También fue sometida a tratamientos de masoterapia, aunque a diferencia de lo realizado por los profesionales del centro asistencial marplatense, aquí las sesiones no eran acompañadas del trabajo de extracción de mucosidad.

En la tarde del jueves fue trasladada al Hospital Materno Infantil, por no contar el centro pediátrico tandilense con respirador artificial, en el área de terapia intensiva, que además tampoco tiene un médico terapista.

La derivación fue realizada en una cómoda unidad del servicio privado Cami Emergencias, seguramente al no contar el sistema sanitario público en ese momento con una ambulancia municipal que garantice el viaje sin consecuencias para la pequeña.

Afortunadamente y merced a la destacada y profesional atención, con elementos acorde en materia de aparatología para ser un centro médico de excelencia, la pequeña está revirtiendo el mal cuadro que experimentaba en Tandil.

A diferencia del Hospital de Niños de Tandil, el Materno marplatense no cuenta con mullidos sillones y trabajados jarrones con elementos decorativos que son la envidia de cualquier vivienda particular. No obstante lo principal en un centro asistencial está, la aparatología necesaria para actuar en emergencias y profesionales especialistas en cada área, algo que tampoco cuenta este centro asistencial tandilense de magnífica arquitetócnica y muy buen gusto en la decoración.
Fuente: La Voz de Tandil