El referente del partido Nueva Unión Ciudadana, Julio Lobato, afirmó a Cazador de Noticias que si bien aún se desconoce exactamente el daño que causan las emisiones de las antenas de telefonía, los funcionarios deben controlar esta situación. “Tienen la obligación de hacer cumplir la normativa, y no recién cuando se quejan los vecinos”, admitió.
En ese sentido, explicó: “Trabajé mucho con la gente de Movistar que en aquella época, año 2004, hizo un relevamiento y adaptó todas las antenas para evitar que las emisiones pasaran ciertos límites”.
“Todo lo que son las transmisiones vía inalámbrica no son peligrosas para el ser humano en tanto su intensidad esté regulada. La Organización Mundial de la Salud todavía no estableció los parámetros, pero la regla básica es que deben tener menos potencia. Porque las radiaciones cuando cruzan un organismo vivo se supone que un daño pueden generar”, añadió Lobato.
Además, estableció: “Hay que hacer más inversiones: poner más antenas. Hay una ordenanza que establece las características de las mismas. Debe haber una interacción entre funcionarios y vecinos”.
“Todo esto es un supuesto, porque la OMS no sacó un documento específico remarcando la gravedad y exponiendo cuáles son los daños. El efecto se da cuando la señal cruza de punto a punto, de antena a antena. Pero la normativa está. El caso es que los funcionarios tienen la obligación de hacerla cumplir, y no recién cuando los vecinos se quejan”, concluyó.