Por Pablo Aceto
Integrante del Foro del Transporte del Pdo. De Gral. Pueyrredon
Se ha presentado el proyecto para el nuevo pliego de concesión del transporte público de pasajeros, que si bien trae aparentes avances y una visión moderna, lleva intrínseco lo que ha caracterizado este modelo de privatización y pretende abrir un nuevo capítulo del ya viejo y desgastante fracaso.
Los últimos lock out patronales en tándem con la dirigencia sindical, aparecen como un déjà vu que alerta sobre los riesgos y peligros futuros de las decisiones que se tomen ahora.
A los vicios existentes del modelo privatizador del servicio público de pasajeros, cuyo corazón es el subsidio del Estado, no hay que dejar de lado la realidad nacional, cuya crisis financiera, que semana a semana refinancia billones de pesos de deuda y que a partir del 2024 comienza por 10 años los pagos mas importantes de deuda externa, hace insustentable la pretensión de proyectar en base a aportes de subsidios que garanticen la rentabilidad a empresarios acostumbrados a ganar mucho.
Con 34 años de vigencia la ordenanza 6979/87, que establece: Crear la Sociedad Transporte Colectivo de Pasajeros Mar del Plata Sociedad del Estado, destinada a elaborar las propuestas políticas respecto del transporte público, planificar la implementación del servicio, proyección urbanística, etc. cajoneado deliberadamente para sostener un esquema de naturaleza corrupta, ya que pone el interés empresarial por encima de las necesidades del usuario e intereses estratégicos de la ciudad.
También hay que pensar seriamente en políticas antimonopólicas para el servicio, el tándem político – sindical – empresarial ha instaurado un clima de impunidad que ha derivado en hechos que se ventilaran en la justicia como la causa de los “choferes fantasmas” o los atentados contra la empresa El Rápido que nadie se ha dignado investigar.
Integración territorial, accesibilidad y visión estratégica de la ciudad no son prioridad en el actual modelo privatizador, y parece que tampoco se buscan los ejemplos exitosos como el caso de Curitiba que en 1963 forma la sociedad paraestatal URBS (en castellano: Empresa de Urbanización y Saneamiento de Curitiba). URBS es la empresa responsable de las acciones estratégicas de planificación, operación e inspección que involucran al servicio de transporte público, además de la gestión y administración de los equipamientos urbanos de uso comercial de la ciudad, instalados en bienes públicos, buscando acciones efectivas para garantizar a los usuarios un transporte público seguro, eficiente, accesible y de calidad.
La ordenanza 6979/87 está basada en estos ejemplos éticos, eficientes, accesibles y seguros o insistir en el fracaso de la chata corruptela.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.