Sr. Intendente Carlos Fernando Arroyo

Los estudiantes de la Universidad Nacional de Mar del Plata nos vemos una vez más iniciando un nuevo ciclo lectivo sin el Boleto Educativo Gratuito y Universal en nuestra ciudad. Siendo que hace aproximadamente un año su gestión municipal, con usted mismo al frente, se comprometió a implementar esta política de fomento a la educación superior, teniendo una ley provincial (ley 14.735, aprobada en el 2015 y reglamentada en octubre del 2016) que estipula la obligación de tener el Boleto en toda la provincia de Buenos Aires, una adecuación a dicha ley votada de forma unánime en el Concejo Deliberante, los y las estudiantes no podemos creer otra cosa que falta de voluntad política en este compromiso. En definitiva, el municipio está incumpliendo una ley provincial que acompañó y que fue reglamentada por la gestión de su misma línea de gobierno.

Como usted sabrá, en Mar del Plata habitan aproximadamente 130.000 jóvenes, de los cuales sólo aproximadamente 25.000 están insertos en alguna institución pública de educación superior (UNMDP y terciarios). Esto es: solo el 5.2% de las personas de entre 18 y 30 años está formándose por encima del nivel secundario . No es casual tampoco que en nuestra ciudad el desempleo joven es de los más altos del país, así como el volumen de jóvenes que se encuentran en condiciones de empleo informal.

Quienes tenemos la suerte de transitar la Universidad, no sólo la vemos como una potenciadora de nuestras posibilidades laborales post-graduación, sino que la vemos como una institución que transforma a las personas: nos da visión y responsabilidad social; nos permite no sólo reproducir, sino también generar conocimiento; nos permite re-discutirla y co-gobernarla día a día. En definitiva: estamos hablando de una de las experiencias más transformadoras en la vida de una persona.

No queremos que estudiar sea una cuestión de “suerte”: queremos que, a través de políticas que el Estado estimule, más jóvenes tengan iguales derechos para acceder a la institución pública que elijan, que eso potencie sus oportunidades y que, finalmente, los jóvenes seamos agentes de cambio en nuestras sociedades. Así entendemos al Boleto como política: un derecho universal para quienes hagan el esfuerzo de formarse, igualador de oportunidades en un contexto de tan violenta desigualdad. Más aún en una etapa de achicamiento del Estado y ajuste salarial a los y las trabajadores/as de la educación, el contrapeso debe existir para evitar perjudicar el futuro de nuestra región y país.

Con la cuota de optimismo que caracteriza a la juventud, esperamos nos reciba presencialmente para poder avanzar o, en todo caso, lo haga para dar las explicaciones pertinentes de tal incumplimiento.

Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.