Con la firma de su presidente, Fernando Román González, el Colegio de Abogados de Mar del Plata dio a conocer este viernes su posición acerca de los traslados de los Juzgados en lo Civil y Comercial, exhortando a las autoridades a no malgastar los escasos recursos asignados al poder judicial y reiterando la urgencia del Complejo Judicial.
Traslado del los Juzgados en lo Civil y Comercial – Posición del Colegio de Abogados
Con motivo de los recientes traslados de los Juzgados del fuero Civil y Comercial Nº 2 y 3 y su puesta en funcionamiento en su nueva sede de Alte. Brown 2241 el Colegio de Abogados manifiesta:
Que desde principios del mes de octubre del 2007 puso en conocimiento de la SCBA la preocupación que generaba en el Foro la manera inadecuada en que se habían producido los traslados de juzgados de dicho fuero (Juzgados Nº 4, 5, 8 y 9) y la inmediata puesta en funcionamiento de los órganos sin que estén dadas las condiciones para hacerlo ante la falta de terminación de las obras, solicitando en ese entonces el rediseño de las Mesas de Entradas y la terminación de los trabajos que se encontraban sin finalizar.
Lamentablemente dicha situación se reitera con el traslado de los Juzgados 2 y 3 y confirman el deterioro edilicio en que se desenvuelve nuestra justicia, afectando indiscriminadamente a justiciables, personal judicial, Magistrados, Funcionarios y abogados, y al día de la fecha hemos constatado las siguientes deficiencias:
1) El espacio de la sala de espera para justiciables y profesionales de mesa de entradas del Juzgado Civil Nº 2 tiene escasa superficie.
2) En los pasillos de accesos a las mesas de entradas de ambos juzgados, que cabe destacar son muy estrechos, el material utilizado en los pisos - porcelanato - es resbaladizo, con riesgo para quienes transiten por allí.
3) En el Juzgado Nº 3 se encuentra visible una importante rajadura en el cielorraso y, en interior de la mesa de entradas una rotura en el piso.
4) No funciona el sistema de calefacción.
5) El ascensor recientemente colocado se encuentra fuera de servicio.
6) Los sanitarios se encuentran sin las condiciones de higiene necesarias.
7) Los ascensores que se encontraban originariamente no están en condiciones y a uno de ellos le falta la manija, y la puerta de ellos puede ser abierta sin que el ascensor esté.
8) Ausencia de la baranda en la curva de la escalera.
9) Asimismo se constató la existencia de un agujero en el cielorraso en el ámbito del Juzgado Civil y Comercial nº 5.
Todas estas circunstancias aparecen mucho más graves de lo que su primera lectura pudiera expresar, fundamentalmente por que esta Institución ha reclamado reiteradamente a los poderes públicos el uso más racional y austero de los escasos recursos asignados al poder judicial, circunstancias que no advertimos cuando una porción muy importante de los mismos son volcados en la realización de obras, que no aparecen cuanto menos de la misma trascendencia y significación que las premencionadas, citando como ejemplo de ello la remodelación de la playa de estacionamiento, el asfaltado de toda su superficie y la colocación de costosas rejas, que tienen más un contenido ornamental que el aporte a la seguridad que de ellas se desprende, cuando dicho ámbito prestaba el servicio para el cual esta afectado –playa de estacionamiento de los vehículos de funcionarios judiciales- desde hace aproximadamente treinta y ocho años.
Compartimos el diagnóstico del ministro de Justicia y de la SCBA que culminó en el dictado de una norma declarando la emergencia edilicia en el Poder judicial Bonaerense y anhelamos que desde el Estado se dicten políticas claras para que dicha resolución no se agote en una descripción del deterioro que todos sufrimos sino en el punto de partida de las soluciones impostergables.
Exhortamos a las autoridades responsables para que se brinde al proyecto de construcción del Complejo Judicial, al que consideramos como la única respuesta válida para poner fin a la grave y angustiante condición edilicia, la celeridad que el mismo requiere, concentrando todos los esfuerzos económicos en dicha obra y evitando distraer parte de ellos en inmuebles, que no son propiedad del Poder Judicial, cuya adecuación demanda tiempo, trabajo y dinero, y que en la mayoría de las veces resultan inadecuados para cumplir con los altos fines del servicio judicial.
