“El colapso edilicio y de recursos humanos es el resultado de la falta de presupuesto y de la falta de compromiso político o impericia de aquellos que desde los diferentes cargos de funcionarios deberían garantizar su funcionamiento” – expresó, al respecto, la concejala Viviana Roca.

Y prosiguió: “parece que la sociedad se da cuenta de la situación de riesgo ante los casos policiales protagonizados por menores y el pedido de penas más duras o la baja en la edad de imputabilidad”.

“Sin embargo – remarcó la edil - estos espacios creados para la contención y la reinserción son paralelamente vaciados y menospreciados en su valor de intervención”.

A modo de resumen, la situación de las tres instituciones que deberían encargarse del destino de los jóvenes es la siguiente:

- un centro cerrado colapsado por falta de personal y las peores condiciones de trabajo.

- un centro de recepción que no cuenta con el personal capacitado y cuyas instalaciones no responden a sus necesidades, donde los internos son derivados de otros puntos del país (contra lo que aconseja la ley en cuanto a la contención familiar).

- un centro de contención fantasma que fue clausurado preventivamente el 28 de abril, sobre cuyos cimientos se creó el nuevo Centro de Recepción, que tiene su personal afectado a tal instituto y cuyo futuro desconocemos.

Ante esta problemática, Roca propuso que se vote un pedido de comunicación al Departamento Ejecutivo para que realice gestiones en los ámbitos provinciales correspondientes para normalizar el funcionamiento de estas entidades claves para la contención de los menores.

Y, además, solicitó que el Director de Niñez y Juventud Municipal, Adrian Lofiego, se haga cargo de sus responsabilidades.