En diálogo con Cazador de Noticias, el funcionario explicó: “la proliferación de estos insectos no se dio de forma homogénea a lo largo y a lo ancho de nuestro partido, como quizás algunos piensan, sino que fue más bien puntualizada ya que aquellos sectores que habían sido fumigados no sufrieron sus consecuencias”.

A continuación, aclaró: “era relativamente previsible que algo así sucediera ya que la masiva aparición de mosquitos coincidió con esos diez días en los que hizo calor y se sucedieron las lluvias y las inundaciones en diferentes puntos de Mar del Plata y zona”.

“Sin embargo – remarcó – los insecticidas han surtido el efecto esperado en aquellos sitios donde estuvimos trabajando y el frío, por su parte, hizo lo propio”.

Luego, Murdocca se mostró molesto porque, por la desaprensión de la ciudadanía, “no es suficiente el esfuerzo que realiza la gente dedicada a la limpieza de las plazas céntricas”.

Y apuntó en tal sentido: “es impresionante lo que hemos visto; en los canteros hay botellas, vasitos de café, bolsas y todo tipo de desperdicios, lo cual puede derivar en la acumulación de agua y un lugar ideal para que los mosquitos se reproduzcan”. “Como marplatenses – insistió - no podemos permitir que eso siga sucediendo”.

Más adelante, consultado por una especie de mosquitos que parecen “acorazados”, respondió: “ellos pertenecen a una especie distinta de la que integran los que habitualmente pululan en la ciudad”. Y especificó: “son más grandes, son más oscuros y algunos tienen en las patas algunas banditas claras”.

“Este último punto – informó - hace que puedan ser confundidos con los que trasmiten el dengue, lo que lleva a que la gente se alarme con justo motivo”.

Por ello, Murdocca invitó a la población a que, cuando tengan dudas, se comunique al 478-4451. “Si nos pueden acercar el ejemplar en cuestión mucho mejor, pero si no es posible, nosotros pasaremos a retirarlo”, indicó.

Por último, dijo que en estos momentos está dando vueltas por Mar del Plata un mosquito que en otras latitudes es transmisor de una enfermedad llamada encefalomielitis equina. “La sufren los caballos pero es transmisible al hombre”, contó.

Y completó al concluir: “los mosquitos, que siempre estuvieron presentes en esta zona, actúan como vector por lo que ya nos hemos ocupado de advertir al SENASA para que tome las medidas precautorias pertinentes”.