En el parque que lleva el nombre del Padre de la Patria -y que está ubicado en el sector de Playa Grande de nuestra ciudad- se dieron cita funcionarios municipales, concejales, representantes de las Fuerzas Armadas, autoridades eclesiásticas y vecinos y vecinas.

Luego de las palabras del concejal de Acción Marplatense Héctor Rosso y del Obispo de la Diócesis de Mar del Plata Juan Alberto Puiggari, el Jefe Comunal manifestó que “las mejores palabras acerca de la figura entrañable de Don José de San Martín han sido las que hemos ido acopiando a lo largo de nuestras vidas. Han sido las que han constituido -en el transcurrir del tiempo- la presencia como un faro, como una referencia fundamental de nuestra personalidad social, política e histórica como argentinos”, expresó.

Dirigiéndose a los alumnos más pequeños que asistieron al acto, declaró: “Entiendo que estos niñitos que han empezado a recorrer los caminos de la vida y que -Dios mediante- serán larguísimos y estarán empezando a construirse como argentinos y como miembros de una comunidad que tiene su identidad y sus rasgos distintivos, también empiezan a formar ese pensamiento y esa idea, esa referencia alrededor de lo que ha sido -y es- el Padre de la Patria.”

“Y siempre acude a nuestra preocupación una cuestión que me parece central, que es dejar a los próceres en el bronce para los honores, pero bajarlos por la parte de su condición humana y traerlos a nuestras calles, a nuestros días, a nuestra realidad, para que sigan prestando un servicio. Creo que no le haríamos un gran homenaje a Don José de San Martín si lo dejáramos pétreo o arriba de su estatua en esta escultura que es todo un hito en Mar del Plata. Creo que el homenaje que tenemos que hacerle a San Martín es dejarlo en ese sitio, en tanto lo recordamos como un faro y como una figura señera.”

En ese sentido, Gustavo Pulti remarcó que “el otro homenaje que le podemos hacer es que sea un hombre o una mujer como cualquiera de las que están acá. Porque si cayéramos en la contradicción de que si fuera solo una figura de bronce no podría andar por nuestras calles y vérselas con la exclusión o con la pobreza, con aquellos que han sido castigados por haber sido privados de la vivienda o de la salud. Si no lo trajéramos a nuestras calles, ninguno de nosotros podría sentirse responsable de lo que él fue responsable”, aseguró.

“Él era un ser humano, seguro que con temores, con incertidumbres y preocupaciones, pero sintió la convocatoria, la pregunta de la historia y respondió con los medios del talento y la grandeza. Quizás no todos podamos estar dotados con esos talentos, pero no nos privemos de soñar que podemos tener talento y grandeza para afrontar los desafíos de este tiempo. No nos dejemos ganar por el discurso derrotista que encuentra a los próceres sólo en el pasado”, sostuvo.

Sobre el final de su discurso, el Intendente Municipal volvió a dirigirse a los niños presentes: “Yo no sé si uno de estos chicos no es un prócer. Uno no sabe si uno de ustedes no merecerá mañana el bronce y la estatua. Al Padre de la Patria lo sentimos hermano, compañero y vecino. Hay epopeyas posibles en estos días. La gesta sanmartiniana de este tiempo, probablemente, sea la gesta contra la pobreza y la exclusión, contra la droga y el narcotráfico, contra la falta de identidad y con el problema de –a veces- no pensarnos como una comunidad llena de esperanza y probabilidades”.

“Es una gesta sanmartiniana posible de este tiempo reconocer con felicidad nuestra personalidad histórica y social. Creo que es una gesta sanmartiniana posible la confraternidad entre argentinos. Constituir en proeza el desafío de este tiempo. Por eso me gusta sentir al Padre de la Patria como hermano y compañero de la gesta que necesitamos para estos días”, concluyó.