A través de una nota dirigida a Cazador de Noticias, los impulsores de la iniciativa reconocieron un gran malestar por el compromiso que asumió Gustavo Pulti, pero que posteriormente no cumplió.

“Hace casi 12 años que iniciamos el proyecto con esfuerzo y energía y nunca recibimos ayuda del Municipio, ni siquiera en el Año del Bicentenario de la Patria”, confesaron.

Y continuaron: “es por eso que el llamado del Intendente nos había entusiasmado”.

“Sin embargo - explicaron después – aunque cumplimos con todas las exigencias requisitorias seguimos a la espera del depósito del subsidio, pagadero en dos etapas: una prevista para este año y otra incluida en el presupuesto 2012”.

De acuerdo a su testimonio, una vez llevado a cabo el trámite referido por la directora de la Secretaria Privada, Lucila Branderiz, y el secretario de Planeamiento Urbano, Arq. José Luis Castorina, los responsables del centro cultural piden informes semanalmente para conocer los avances de la gestión.

Sin embargo se encuentran siempre con la misma respuesta: “en breves días el Cabildo tendrá el subsidio”, les dicen.

Asimismo, Nieto y Martino contaron que han recibido numerosos llamados de Marco Daniel Onufrovich, de la Secretaría Privada, quien les pidió que se quedaran tranquilos porque el beneficio ya estaba a la firma del CPN Mariano Pérez Rojas, titular de Economía y Hacienda de General Pueyrredon.

En consecuencia, coincidieron a colación: “nuestra institución, con subsidio o sin él, seguirá trabajando para la comunidad con la misma convicción y responsabilidad de siempre, difundiendo los valores, la ética y los principios que hacen a la integridad del ciudadano”.

“Aún en construcción – adelantaron – seguiremos recibiendo a una gran cantidad de niños de distintas escuelas que nos visitan a diario y a instituciones locales y regionales que apuestan y reconocen nuestro trabajo”.

Y añadieron: “lo que nos hiere es el no cumplimiento de la palabra empeñada y el trato de menosprecio hacia personas de buena fe y sin ningún tipo de interés personal y lucrativo”.

“Creemos que el funcionario de bien, cuando asumen un compromiso y evalúa, tiene dos palabras, el sí y el no. Pero los rodeos, el silencio, las evasivas y el bicicleteo no le hacen bien a nadie y ponen seriamente en duda toda transparencia de gestión”, concluyeron.