El proceso se había iniciado mediante una demanda del señor José Emilio Casarín por  daños y perjuicios con el argumento de que había perdido esa suma porque el municipio le negó la habilitación de trescientas licencias de remises.

Entre los numerosos fundamentos y antecedentes en los que cimentó la magistrada su sentencia, se cuenta la mención  de una acción de amparo interpuesta contra la Municipalidad, la que resultó oportunamente rechazada.

La Jueza destinó una parte de su exposición a caracterizar el supuesto daño alegado, ponderándolo como incierto, sin perjuicio de la manifiesta improcedencia del reclamo.

También contiene el fallo un párrafo sumamente esclarecedor relacionado con la índole decididamente exorbitante de la suma pretendida, la que prudentemente fue dejada de lado al momento de establecer la regulación de honorarios de los letrados intervinientes.

Cabe señalar por último, que se desempeñó como apoderada de la Municipalidad local la doctora Carina Alejandra Rateriy, profesional que integra el cuerpo de abogados de la Procuración Municipal, quien tuvo a su cargo la contestación de la demanda, la que fue acogida favorablemente por la magistrada actuante.