Ante la gran cantidad de accidentes de tránsito que ocurren en la vía pública, el concejal Mario Rodríguez (UCR) considera importante aumentar la cantidad de controles por parte del estado a fin de disminuir ese alto índice, incorporando a los actuales de alcoholemia, controles de ingesta de estupefacientes.
Para ello presentó un proyecto a fin de incorporar esos controles, que apuntan a verificar la presencia de drogas en los conductores a través de un test de saliva, en forma similar al actual control de alcoholemia, constituyéndose en un elemento más de seguridad vial.
Los narcóticos consumidos provocan retraso en el tiempo de reacción, reducen el campo de visión y provocan que se aprecien mal las distancias y las velocidades de otros vehículos.
Los inspectores de tránsito tienen la obligación de controlar y sancionar a quienes conduzcan con un porcentaje de alcohol en sangre, pero poco pueden hacer si el conductor se encuentra bajo los efectos de alguna droga.
Según un informe de la Secretaría para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), en muchos accidentes de tránsito los conductores presentan muestras de consumo de estupefacientes en sangre.
La iniciativa del edil radical apunta a la inmediata inmovilización del vehículo,labrándose el acta que corresponda para el caso de ser positivo el test practicado. Dicho test deberá realizarse mediante dispositivos descartables.
Existe un dispositivo que consiste en una lengüeta que se apoya sobre la lengua, absorbe la saliva y luego de tres minutos se obtiene el resultado de lo que se haya consumido, siendo muy similar a un test de embarazo donde una tira reactiva analiza la saliva del conductor. También existe el pupilómetro, que sirve para, a partir de la reacción de las pupilas a un impulso lumínico, determinar si la persona está en condiciones normales para conducir vehículos. Deberán estudiarse los porcentajes permitidos para poder circular bajo efecto de los estupefacientes.
Rodríguez, integrante de la Comisión de Legislación. Interpretación, Reglamento y Protección Ciudadana, considera que “aquí la cuestión no pasa por la legalidad o no del consumo, sino en el peligro que representa para terceros que un conductor maneje bajo los efectos de las drogas”.
Desde el año 2010 en Capital Federal ya se implementa el Programa de Control de Estupefacientes en Conductores. Similares proyectos existen actualmente en las Provincias de Entre Ríos y Córdoba.