Desde hace más de tres meses han reclamado a la inmobiliaria que lo tiene en venta para que haga lo propio con el dueño del inmueble, sin resultados. Lo mismo ante el EN.O.S.UR, tanto en forma directa a dicho ente municipal como por intermedio de un concejal y de otros funcionarios del ejecutivo.

Lo cierto es que los pastizales siguen creciendo, ya han tomado incluso las veredas de ambas arterias, se está juntando basura y además, en los restos de una vieja losa que hay en el lugar, comenzaron a merodear personas con intenciones de alojarse ahí.

No solo es un tema de salubridad, sino también de inseguridad para los vecinos y para quienes transitan a pié por el lugar, al igual que para los automovilistas ya que sobre ambas manos, los altos pastos impiden la visión para el cruce de calles.

Finalmente, dicen que no es el único caso que hay en ese residencial barrio San Carlos; basta con recorrer sus calles para comprobarlo.