En diálogo con Rubén Ferrari, el funcionario recordó que las cucarachas habitan en sectores sombríos, con alta humedad y preferentemente con temperaturas elevadas, “como, por ejemplo, en un sótano, un cuarto de caldera o la cocina de un restaurante”, señaló.

Asimismo, a colación, informó: “nuestra oficina cuenta con equipo de inspectores que controla el cumplimiento de la ordenanza 4595, la cual obliga a contratar servicios de control de una empresa debidamente avalada a los negocios que se dedican al expendio o la producción de alimentos”. Y reiteró en ese sentido: “si se hiciera lo que corresponde, tendríamos menos problemas”.

En otro orden, consultado por los cascarudos, Murdocca respondió: “en primer lugar hay que tener en cuenta que estos bichos son mucho más nocivos en su fase larvaria y que se alimentan de las raíces de algunas plantas, inclusive de las ornamentales”. Sin embargo, poco después, especificó: “como se sabe, pueden llegar a hacer destrozos en el jardín de una casa, pero respecto de la salud debo decir que no traen inconvenientes si no se los manipula”. “La excepción es porque hay muchos de ellos que tienen una sustancia muy irritante para la piel”, puntualizó.

Al concluir, se refirió a los sapos con peculiar afecto: “gracias a Dios, he notado un ligero aumento en su presencia en los barrios”. “No se olviden que soy defensor de estos nobles anfibios”, remató.