Daniel Scioli, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, dice que el 2015 “va hacia una polarización con Mauricio Macri”, jefe de gobierno de la ciudad del mismo nombre.

La jugada es interesante: hay que elegir entre dos candidatos y prescindir del resto.Contiene el viejo ardid de NK cuando saco al mismo DOS de la Ciudad -en la que aspiraba a ser Jefe de Gobierno en 2007- para mandarlo a la Provincia y regalarle la Ciudad al adversario más caracterizado como de centroderecha MM.

En el razonamiento de NK la centroizquierda le gana una y cien veces a nivel nacional a la centroderecha. El escenario ideal para eternizarse.La dificultad para que DOS pueda realizar el viejo chasco tiene origen en tres cuestiones:

1.- El truco ya lo conocemos.

2.- Él también es centroderecha.

3.- Los dos son de Buenos Aires. Y como dice el viejo refrán “pan con pan comida de zonzos”, difícilmente todos se conformen con ese menú.

Si, además, otro amigo de ambos (SM) se suma desde Buenos Aires al centroderecha, es mucho lo que queda del “centro a la izquierda” como para pensar que la elección tendrá solo dos polos. Más probable es que tenga 4.

Y si piensan dividir por 3 el voto de centroderecha de Buenos Aires, la probabilidad de que el FAU del “centro a la izquierda” de un batacazo crece considerablemente.

La indigencia de propuestas de DOS, SM y MM no alcanza para abarcar todo el espectro electoral. Mucho menos en una Argentina en la que el “tiempo” depara sorpresas y el “espacio” hace chocar la práctica unitaria de Buenos Aires con la aspiración nacional de ser un país federal.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.