Monseñor Antonio Marino, obispo de Mar del Plata, presidió la eucaristía y miembros de la Armada Argentina se hicieron presentes. ya que se la conoce como la patrona de los marinos. Las hermanas Adoratrices que atienden la iglesia, los miembros de la comunidad educativa y también fieles y devotos se hicieron presentes en la capilla.

Entre las autoridades se encontraban, Luis Ignoto, director del distrito descentralizado Vieja Usina, quien participó en representación del intendente municipal, Carlos Arroyo; autoridades y representantes de la Base Naval, de la Base aérea, de la Agrupación de Artillería Antiaérea de Ejército 601-Escuela, de la prefectura naval, e inspectores de DIPREGEP. Al finalizar la misa, la teniente de navío Paulina Salazar, hizo la consagración a la Virgen, en nombre de la Armada Nacional y la Prefectura naval Argentina.

“Celebramos la fiesta de la presentación del Señor en el tempo de Jerusalén cuarenta días después de su nacimiento. Se trata de una de las fiestas más antiguas del calendario litúrgico, registrada en el siglo cuarto, surgió en oriente y pronto se extendió en el occidente latino. Lo hacemos en el marco de esta hermosa capilla, sabemos que se trata de un verdadero símbolo del barrio y legítimo orgullo de esta ciudad de Mar del Plata. Según la tradición local honramos en este día a la Santísima Virgen bajo la advocación de Estrella del mar o Stella Maris. Por eso la Armada Argentina, la honra como su patrona; a ella acuden también todos aquellos que están vinculados con el mar de una u otra manera, como los miembros de prefectura y los navegantes. Todo transeúnte al entrar aquí, siente que es peregrino en el mar de la vida” inició diciendo monseñor Marino en su homilía.

“Meditamos el significado de la presentación del Señor, o popularmente conocida como el día de Nuestra Señora de la Candelaria, en alusión a los ritos de la luz de los que hemos participado. Detengámonos a contemplar este misterio de la vida del Señor: la virgen María y José vienen con el Niño. Ellos vienen a enriquecer al mundo y sin embargo han presentado la ofrenda de los pobres, aquel que ofrecerá su propia vida en rescate por la multitud de los hombres, presenta en su rescate dos pichones de paloma”, explicó el obispo sobre esta festividad de la Iglesia Católica.

Más adelante, haciendo referencia a la advocación de Stella Maris, remarcó “como lo ha expresado bellamente San Bernardo, María es en efecto estrella del mar, hacia la cual mira el navegante en el riesgoso mar de la vida, intentando llegar a puerto. En un largo e inigualable sermón rebosante de piedad mariana, gusta repetir el estribillo ´Mira a la estrella, invoca a María´. También una célebre antífona de la liturgia la invoca de este modo, ´Madre del redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar´. En este día menciono también a los miembros de la Armada Argentina, de prefectura y en general a los hombres de mar, que ven en la Virgen bajo la advocación de Stella Maris, el nombre de la protección divina, bajo su profesión, traducido en el bello rostro de esta imagen venerable”.

Finalmente, Marino recordó “el fenómeno urbano y el puerto está vinculado con la comunidad de inmigrantes que trajeron los tres principales valores sobre los cuales se construyó la Argentina y que supieron trascender al mundo: sentido de familia, dedicación al trabajo y ansias de educación para sus hijos. En todo tiempo los cristianos católicos tratamos de proyectar sobre la sociedad, la luz que de Cristo hemos recibido, mirando hacia la estrella del mar. Nos es grato concluir con palabras del himno antes citado, ´Estrella del mar, ven a socorre al pueblo que tropieza y se quiere levantar1. Amén”, concluyó el obispo.

Al término de la eucaristía, los alumnos del colegio, ofrecieron bonos contribución para finalizar la obra de restauración de la Iglesia, y así a poder quitar los andamios que se encuentran en la torre principal y pueden observarse en el exterior.