En diálogo con Rubén Ferrari, el funcionario especificó: “las cañerías que constituirán el emisario submarino tienen dos metros de diámetro por doce de largo, por lo que, para completar la extensión total de casi 4 kilómetros se necesitarán más de 300”.

“Para su fabricación – añadió Dell’Olio - existían dos posibilidades, Noruega y Chile, que cuenta con una fábrica de última tecnología instalada en 2005”.

“La empresa contratista de la obra, que es Super Cemento, decidió hacer los caños en el país trasandino, y el proceso comenzó hace unos treinta días” - informó.

A renglón seguido, en tanto, dijo: “personal de Inspección de Obra de OSSE y también del ENOSA ha estado en Chile verificando las condiciones, las características y el cumplimiento de las normas por parte del material que nos van a proveer”.

“Ya está la primera parte fabricada – acotó – y por estas horas se estaban terminando los trámites aduaneros para comenzar el traslado de Santiago a Mar del Plata a través de camiones”.

Dell’Olio comentó a colación que, de acuerdo a la enorme dimensión de los caños, cada vehículo podrá traer uno solo.

“Calculamos que llegarán en grupos de cinco y que tendremos los primeros quince a fines de esta semana o principios de la próxima” – adelantó.

Asimismo, el funcionario puntualizó que, una vez aquí, serán acopiados transitoriamente en la planta de efluentes cloacales y que luego serán llevados a la Base Naval, donde serán unidos por termofusión en tramos de 320 metros.

“En tanto – aclaró luego - los muertos de hormigón se trasladarán flotando desde el Puerto hasta el lugar de emplazamiento definitivo de la obra, que afortunadamente está avanzando según los plazos previstos”.

Por último, al finalizar, Dell’Olio recordó: “se trata del primer emisario submarino de la Argentina colocado en aguas abiertas, una obra gigante que demandará una inversión de 180 millones de pesos para el Gobierno nacional”.