Acompañaron a Pulti, el secretario de Economía y Hacienda, Mariano Pérez Rojas, el titular de la Oficina para la Descentralización, Santiago Bonifatti, el secretario de Educación, Néstor Lofrano, el secretario de Salud, Alejandro Ferro, la subsecretaria Para la Integración, Alejandra Urdampilleta, el director de Asuntos de la Comunidad, Marcelo Fernández, la directora de Gestión Ambiental, Claudia Baltar, el director de Servicios, Julio Locatelli, el delegado de Sierra de los Padres, Juan Carlos García, el director de la Unidad de Gestión de Laguna de los Padres, Carlos Baldino, el obispo de la Diócesis de Mar del Plata, Juan Alberto Puigari, ex combatientes de Malvinas, representantes de diferentes colectividades, representantes de las fuerzas armadas y de la policía, alumnos de escuelas municipales y los concejales, Débora Marrero, Gerardo Cirese, Marcela Amenábar, Martín Aiello, Claudia Rodríguez y Leandro Laserna.

Pulti manifestó que “la solemnidad de los actos patrios no es injustificada. A nadie se le ocurriría acudir a un acontecimiento significativo de su vida personal con un tono de indiferencia. Nadie asiste a un nacimiento sin darle el espacio, el lugar y los momentos que requieren la emoción y la reflexión profunda sobre el valor de un nacimiento. A nadie se le ocurriría y, de hecho no ocurre, que despidamos una vida sin pararnos de frente ante nuestra propia vida, nuestra propia historia a reflexionar sobre las inmensidades en las que desarrolla su destino el ser humano”.

“A nadie se le ocurre enfrentar los designios del mundo moderno -con sus confrontaciones, sus guerras, sus encuentros y sus desencuentros- sin tomarse un momento para pensar en qué vorágines se encuentra el alma de uno en esas circunstancias: entiendo que la celebración de nuestra Independencia en el año del Bicentenario requiere de ciertas solemnidades al momento de una reflexión pública”, indicó.

En este sentido, sostuvo que “ese tono, a veces distraído o informal, con el que abordamos todos los momentos de nuestra vida también requiere del complemento de un momento de responsabilidad ciudadana, fraternal de los argentinos y los marplatenses haciendo una instancia de indagación profunda de qué es lo que somos y de dónde venimos, de la identidad que nos expresa y de los compromisos que asumimos al momento de declararnos argentinos”.

“La declaración de la independencia no es una foto en sepia que recuerde una instancia del pasado; no es una antigüedad inscripta hace casi dos siglos en una lejana casa de la provincia más pequeña de la Argentina. La declaración de la Independencia fue la declaración del nacimiento con todas las solemnidades del caso de una identidad que alumbró en esta tierra y que se distingue entre otras identidades igualmente legítimas entre todas las naciones del mundo”, expresó.

“Somos una identidad viva. Existimos con nuestros rasgos y nuestras características. Somos un pueblo con una personalidad, con una historia plagada de felicidades y dolores igual que las de las personas, somos una identidad con sus compromisos y sus responsabilidades que merece ser cultivada reconocida y bien tratada”, afirmó.


En otro pasaje de sus palabras, el jefe comunal se refirió al valor de la niñez. “Recién veía estas caras maravillosas de los alumnos de nuestras escuelas y, a medida que vamos cumpliendo años y que vamos a travesando los distintos hitos de la vida, valoramos mucho más la niñez. Valoramos cada día más el significado extraordinario de un niño creciendo en la vida, de un niño con guardapolvo blanco, con padres y docentes amorosos, formándolo”.

“Respecto de nuestra identidad como patria, de nuestra trayectoria histórica, de lo que debemos ser, de la responsabilidad y el amor que nos debe inspirar la identidad y las palabras que designan lo que somos; pensaba a qué niñito de estos nosotros le desearíamos que creciera sin que lo reconociéramos con su nombre, su historia, el valor de su familia, el derecho a aprender, a vestirse, a educarse, a comer bien, y a crecer en su patria como dueño de su destino. Y si no les reconociéramos todo eso, lo que estaríamos haciendo es quitarles la posibilidad de ser, arrancarles la posibilidad de ser felices y plenos en sus vidas”, reflexionó.

“Y no pasa distinto cuando maltratamos la identidad de la patria, cuando desconocemos o pretenden que desconozcamos que somos capaces de producir y trabajar, que somos capaces de respetarnos, de considerarnos, de ser solidarios, de valorar nuestros bienes como por ejemplo este maravilloso paisaje que hoy nos abriga aunque haga frío”, apuntó.

En la misma línea, el intendente expresó que “nuestra identidad merece el culto del trato amable, el amor; nuestra historia merece reconocimiento y cuando estamos reconociendo nuestra identidad estamos reconociendo el futuro de nuestros niños, la pluralidad de seres que forman esta querida Argentina, toda nuestra historia nuestras alegrías y nuestros dolores”

“Veo la cara de nuestros hermanos ex combatientes que son combatientes, siempre, de la vida; veo las caras de vecinos de distintas colectividades y comunidades; de los hombres y de las mujeres comprometidos con responsabilidades públicas en el presente de nuestra patria; a los servidores públicos de distintas instituciones del clero, de las fuerzas armadas; a la prefectura y a la policía que luchan todos los días juntos para darnos más seguridad y siento indudablemente el pequeño granito de arena que podamos poner para que nuestra patria, nuestra historia, nuestro presente y nuestra ciudad se desarrollen, crezcan y progresen. Esa es la responsabilidad de este momento”, aseguró.

“Feliz día de la Independencia para todos. Y un fuerte abrazo que parte desde aquí para todas y cada una de lasa casas de los vecinos de General Pueyrredon. Encontrémonos en el año del Bicentenario en unidad, en la pluralidad de la diversidad sintiendo amor por el otro y la responsabilidad de seguir construyendo nuestro futuro”, concluyó.