En declaraciones a Cazador de Noticias, Bruzetta salió al cruce de los cuestionamientos esgrimidos desde el sector de verduleros y fruteros ante la obligatoriedad de desocupar el espacio público.

“Hay determinadas cuestiones que no suenan para nada lógicas y que uno puede comprobar como consumidor cuando sale a la calle. Es decir, yo compro de acuerdo a la calidad y al precio, no a lo que veo”, remarcó.

En idéntico sentido, el funcionario se lamentó de que ciertos comerciantes sigan cometiendo “excesos a los que están acostumbrados” y que, “con una irresponsabilidad total”, pongan en peligro la integridad física de la gente.

Al respecto, dijo: “está claro que no podemos objetar las filas que se forman en las puertas de las verdulerías y de las fruterías pero sí podemos exigir que quiten los cajones de la vereda, tanto los llenos como los vacíos”.

Por último, sin embargo, Bruzetta se mostró satisfecho por la gran cantidad de locales que han sido adaptados a la normativa.

“Desde que comenzamos a explicar el procedimiento – apuntó – muchos quitaron sus productos por completo de la vereda y otros los dejaron con sólo 40 centímetros de despegue, tal como lo ha propuesto la cámara que los nuclea, que se ha formado recientemente”.