En declaraciones a Cazador de Noticias, el titular de Inspección General, Eduardo Bruzzeta, informó: “lo concreto es que se desprendió toda la ochava y una parte de 10 o 12 metros que daba sobre Corrientes”.

Y continuó: “en realidad, esto es un ejemplo de lo que pretendemos evitar con las nuevas disposiciones; esta vez, de milagro, no hemos tenido que lamentar una tragedia, pero no olvidemos que dos semanas atrás hemos tenido una muerte en Capital, cuando un joven intentó resguardarse de la lluvia debajo de una marquesina que se le cayó encima”.

Luego, consultado por el estado de la estructura que se vino abajo, Bruzzeta respondió: “en primer lugar debo decir que estaba puesta ilegalmente y que estaba descuidada desde hace años, lo cual se hizo extremadamente visible en la suciedad acumulada y el deterioro de los anclajes que se desprendieron de la pared”.

“Pero, a la vez – acotó el funcionario – cabe señalar la existencia de otros factores que contribuyeron para que pasara lo que pasó; por la cercanía al mar los metales se desgastan más fácilmente y, por otra parte, había dos grandes equipos de aire acondicionado directamente apoyadas sobre la chapa”.

Por último, sobre las medidas dispuestas, aclaró: “hemos llamado a una grúa para cortar la estructura y retirarla, pero también vamos a realizar las actuaciones correspondientes para infraccionar a los titulares del comercio y le pasaremos el costo de mano de obra de nuestros obreros y del material”.

A modo de cierre, en tanto, Bruzzeta requirió: “les pedimos a los comerciantes que readecuen sus fachadas antes del 1 de noviembre, ya que, de esa manera, le daremos mayor seguridad a los peatones, contribuiremos a acabar con la polución visual y recuperaremos lo que durante mucho tiempo estuvo oculto detrás de enormes estructuras”.