En la noche del viernes a las 23, inspectores del Departamento de Nocturnidad dependiente de la Dirección Gral. de Inspección Gral. en forma conjunta con el Delegado del Distrito Descentralizado Vieja Usina y el acompañamiento de efectivos policiales de la Policía Distrital Sur, se hicieron presentes en el inmueble de la Sociedad de Fomento Barrio Faro Norte ubicada en Sánchez de Bustamante al 3400 donde se había convocado vía Facebook a una fiesta multitudinaria y en su mayoría con asistencia de menores de edad. 

Ante esta situación se hicieron presentes en el lugar las autoridades mencionadas anteriormente y la presidenta de la institución aclarando esta ultima que el salón había sido alquilado por una persona mayor de edad para festejar el cumpleaños de la hija, comprobándose que había sido engañada en su buena fe ya que en pocos minutos y alrededor de las cero horas el lugar se vio invadido por aproximadamente unos 700 adolescentes que llegaban con envases de bebidas alcohólicas de todo tipo, las que eran consumidas en la misma vía pública, en el interior del inmueble había unos 500 jóvenes mientras que el lugar tiene una capacidad máxima para 150 personas, razón esta que ponía en franco colapso la misma estructura edilicia con el consiguiente peligro de vida.

La pronta intervención de los funcionarios posibilitó la rápida evacuación del inmueble contándose con la colaboración de la empresa de micros 25 de mayo aportando coches para el traslado de los jóvenes. No obstante ello, se pudo observar que una vez evacuado el lugar seguían llegando al mismo auto de alquiler y particulares para asistir a la convocatoria que de haberse realizado hubiera superado los mil asistentes.

En este sentido, Adrián Alveolite, subsecretario de Control, indicó que “esto pone en evidencia la irresponsabilidad de algunos mayores que sin medir resultados ponen en peligro la integridad física y la misma vida de cientos de menores que ante la masividad y generalización  de la utilización de las redes sociales por parte de sus adherentes cualquier invitación se puede convertir en una trampa que puede terminar en acciones tragicas.

Asimismo, Alveolite manifestó: “Debemos también hacer mención a que al lugar asistían menores de 13 años en adelante sin ningún control o  presencia de sus padres dejándolos en un lugar desconocido y en horarios prohibidos para estas edades lo que marca un problema cultural y familiar mas que preocupante ya que estas personitas iban a permanecer hasta altas horas de la madrugada sin control alguno. Nuevamente esta gestión ha podido evitar abusos que podrían haber terminado en tragedia”.