Dicho lugar se encuentra en pésimas condiciones de mantenimiento, común denominador de la amplísima mayoría de las instituciones educativas del Partido de General Pueyrredon, sin distinción de si son provinciales o municipales.
 
Tanto es así, que en el día de hoy el edil radical debió regresar al lugar ante la información de que las clases han sido suspendidas, atento que, durante el fin de semana, ingresaron al lugar ladrones, violentando una puerta, y robaron y produjeron destrozos en las instalaciones.
 
 
Quien más sintió las consecuencias es la cocina, que abastece al comedor del Centro Educativo Complementario Nº 801, ya que le fueron saqueados múltiples utensilios (platos, vasos, cubiertos, cucharones, etc.), y un pelapapas industrial, además de sufrir la rotura de una heladera y de diversos muebles. Las autoridades apelan a la solidaridad de la gente, para reponer a la brevedad todo lo sustraído.   

Ante esta seguidilla de robos, y el lamentable estado de infraestructura de la mayoría de las escuelas, Mario Rodríguez manifestó con indignación “es inmoral hablar de década ganada y compararse con Australia y Canadá, cuando las escuelas públicas se caen a pedazos”.
 
El edificio presenta serios deterioros como humedades, vidrios rotos,sillas y mesas en muy mal estado, filtraciones, etc. Se encuentran en pésimo estado la cocina (atada con alambre), el termotanque (que tiembla cuando se abren las canillas), el sistema eléctrico con los cableados a la vista, anudados y con peligro de incendio dado que los techos son de madera, los cielorrasos caídos o agujereados.
 
El piso va cediendo en muchos lugares a raíz de que el predio donde fue construido ha sido rellenado; no hay internet; faltan alrededor de 50 sillas y algunas mesas; no hay seguridad ni casero, con lo cual los robos están a la orden del día, como ha quedado demostrado durante el fin de semana.
 
Al CEC Nº 801 concurren unos 240 alumnos y a la EMFP Nº 6 otros casi 200. Tienen cupos de comida para 160 y se les da de comer a 240 niños, de los cuales, unos 80, es lo único que ingieren en el día. La zona es muy pobre y las escuelas son la contención para muchísimos
niños.
 
“Por fuera la imagen es también tristísima. Yuyos y pastizales por doquier, techos y paredes derruidos, basura amontonada, etc., muestras de la dejadez, la falta de gestión y la indiferencia oficial” dijo el edil de la UCR.