Desde su ingreso en la Escuela Naval Militar hasta su retiro del servicio activo en 1935, se destacó como oficial de marina por sus dotes militares y su clara inteligencia. Ocupó los puestos más destacados del servicio; fue director de la Escuela Naval Militar, Jefe de Estado Mayor General, Director General de Material y comandó diversas unidades y agrupaciones navales.

Pero es sin dudas, en su magnífica tarea docente de orientador de las futuras generaciones argentinas hacia el mar, donde registra los mayores méritos, donde se destacó su lúcida y talentosa inteligencia al señalar nuestro destino como Nación Marítima. Su trabajo y constancia en la difusión de nuestros intereses en el mar, excedió el mero marco profesional, fue un marino que marcó un rumbo político, económico y estratégico a la ciudadanía toda.

En una de sus frases, quedó marcada con rumbo definitivo el destino de todos sus desvelos profesionales: “- La política naval es, ante todo, una acción de gobierno; pero es indispensable para que tenga nervio y continuidad, que sus objetivos arraiguen en la Nación entera, que sean una idea clara, un convencimiento de las clases dirigentes y una aspiración constante de todo el pueblo argentino”.

A través de sus obras, ya sean técnicas, científicas o de divulgación, al Almirante Storni se lo puede considerar como un precursor, dado que nos señaló el enorme patrimonio marítimo que nos pertenece, enseñándonos a valorarlo, estudiarlo y protegerlo, para que podamos beneficiarnos con su explotación racional, sirviendo así a nuestros propios intereses y cumpliendo con la cuota de responsabilidad que el mundo espera de un gran país integrado al conjunto de las naciones marítimas.

En la década del 30 Storni formó parte del grupo de militares que impulsaron el desarrollo de la industria nacional por considerarla fundamental para la defensa. Fue uno de los fundadores, junto con Adolfo Holmberg, Ezequiel Paz y Angel Gallardo, del Instituto Oceanográfico Argentino en Mar del Plata. Sobre este particular, cabe aclarar que Storni tenía una visión amplia, que incluía la necesidad de desarrollar los intereses marítimos en lo relativo al transporte marítimo por una flota mercante propia y de la explotación pesquera, con todas sus industrias de apoyo.

Entre sus trabajos se destacan; “Proyecto de Régimen de Mar Territorial” (1911) y “El Mar Territorial” (1926) que anticipan la necesidad en materia de legislación sobre los espacios marítimos soberanos. Prédica que tuvo su reconocimiento en 1966, cuando se sancionó la “Ley de Soberanía del Mar Argentino”. Su preocupación anticipada sobre el marco jurídico de los espacios marítimos soberanos y la forma de legislarlos, serían atendidas por la propia Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CDM, o también CONVEMAR o CNUDM) que es considerada uno de los tratados multilaterales más importantes de la historia, desde la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas, siendo calificada como la Constitución de los océanos.

Fue aprobada, tras nueve años de trabajo, el 30 de abril de 1982 en Nueva York y abierta a su firma por parte de los Estados, el 10 de diciembre de 1982, en Bahía Montego (Jamaica), en la 182 sesión plenaria de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Entró en vigor el 16 de noviembre de 1994.

Hasta la fecha, Storni es reconocido por la vigencia de su visión y escritos sobre la importancia de los intereses marítimos argentinos. En 1916, expuso dos extensas conferencias en el Instituto Popular de Conferencias del diario “La Prensa” (Buenos Aires, Argentina), donde vinculó temas como la construcción naval, el comercio marítimo, la pesca, la riqueza de la plataforma submarina argentina, la necesidad de formar conciencia marítima en el pueblo argentino y el desarrollo de un poder naval subordinado a esos intereses.

Consideró a la política de defensa como indisoluble del resto de las políticas públicas, especialmente las ligadas al desarrollo nacional. Sostenía que los tres pilares fundamentales del poder naval argentino eran las producciones, los transportes y los mercados.

Las enseñanzas del Almirante Storni, han perdurado en el tiempo y sirven para la formación de la conciencia marítima que procura satisfacer necesidades primordiales del país. A tal punto su tarea se releva trascendente que, el Ministerio de Defensa de la Nación en el año 2009, reeditó su libro, “Los Intereses Argentinos en el Mar”. De ahí que la primera actividad académica del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa “Manuel Belgrano” -inaugurado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner- haya sido la jerarquización del Ciclo de Conferencias sobre los Intereses Marítimos de la Argentina y la Defensa Nacional “Almirante Storni”.