Estados Unidos volvió a romper un récord mundial con la pandemia de coronavirus al superar el millón de infectados, un hito que, sin embargo, no frenó la reapertura gradual y diferenciada de decenas de estados bajo presión del presidente Donald Trump.
Además, el número de fallecidos en el país llegó a 58.365 y superó el saldo de estadounidenses muertos y desaparecidos que dejó la Guerra de Vietnam en los años 60 y 70.
Sin embargo, ni esta cifra ni los más de 1.010.700 infectados han conseguido desincentivar a la Casa Blanca y los gobernadores que comenzaron a reabrir la actividad comercial y social.
En las últimas semanas, muchos estados del país -en su mayoría republicanos-comenzaron a reanudar sus actividades en línea con el pedido de Trump para frenar el derrumbe económico a seis meses de las elecciones en las que se jugará su reelección.
Alaska, Colorado, Georgia, Minesota, Misisipi, Montana, Oklahoma, Carolina del Sur y Tennessee comenzaron ayer a reabrir su economía y se espera que la semana que viene otros ocho alivien las medidas de cierre de actividades y distanciamiento social.
El estado de Nueva York, el más afectado por el coronavirus, comenzó hoy a detallar criterios para una paulatina vuelta a la actividad, que muy posiblemente se inicie por fases a partir del 15 de mayo, fecha en la que vencen la actuales medidas de contención.
Sin embargo, las autoridades neoyorquinas no ven factible que eso ocurra en Manhattan y sus alrededores, informó la agencia de noticias EFE.
El gobernador, el demócrata Andrew Cuomo, aseguró que no se dejará guiar por "emociones" ni protestas para exigir la reapertura del estado, en referencia a las múltiples manifestaciones que tienen lugar desde hace semanas en el país, alentadas por el presidente Trump para presionar a los gobernadores a aliviar las restricciones preventivas.
"Es un plan muy basado en hechos y datos que mantendrá a las regiones seguras y permitirá reactivar la economía por fases", explicó Cuomo en una conferencia de prensa.
