El futuro laboral de unas 200 personas de la tradicional feria Alto Luro, ubicada en la avenida homónima 6951, atraviesa momentos de gran incertidumbre porque el próximo 31 de julio vence el contrato con el actual administrador y no se renovará el contrato.
La feria cumplirá en octubre 33 años y hay empleados que tienen 30 años dentro de la misma; directa o indirectamente son 200 personas que quedan en la calle.
La feria, propiedad de la familia Merlos, se encuentra en venta desde hace tiempo sin saber los inquilinos cuál será su futuro a partir del mes de agosto.
Desde la Administración del paseo comercial le comunicaron a los feriantes que habían solicitado una prórroga del contrato de alquiler por un año, pero la respuesta fue negativa y el 31 de julio deben entregar el lugar.
