Una nueva marcha en defensa de los jubilados se llevó a cabo este miércoles, al igual que todas las semanas, frente al Congreso de la Nación para reclamar al Gobierno por un aumento de los haberes. Si bien hubo una menor convocatoria que veces anteriores, la Policía aplicó el protocolo antipiquetes cuando los manifestantes bajaron de la vereda a la calle y avanzó contra ellos con escudos y gases lacrimógenos. Los incidentes dejaron un saldo de 2 detenidos y al menos 3 heridos.
La tensión comenzó mientras los manifestantes estaban realizando un "semaforazo" -bajar a la senda peatonal mientras el semáforo está en rojo y volver a la vereda cuando se retoma el tránsito- pero tardaron más de lo previsto en salir de la calle y la Policía los empujó hasta la vereda. Este episodio se repitió en distintas oportunidades aunque luego los protestantes empezaron a retroceder sobre Avenida Rivadavia y a colarse entre los autos.
Los efectivos de las fuerzas federales avanzaron con escudos y tiraron gases lacrimógenos. Cuando se desataron los incidentes se sumó al operativo la Prefectura Naval.
“¡Hasta conseguir jubilaciones dignas estaremos en las calles apoyando y acompañando a los jubilados! Nos vemos mañana”, aseguró en sus redes sociales la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) en la convocatoria.
La última marcha tuvo la adhesión y la presencia de los sindicatos de la CGT y las dos CTA, en la previa de lo que fue el paro general del día siguiente.
A principios de marzo se sumaron hinchas de equipos de fútbol (barrabravas, según el Gobierno) en una manifestación que fue reprimida vehementemente por las fuerzas de seguridad y que dejó un saldo de varios detenidos y algunos heridos de gravedad, entre ellos el fotoperiodista Pablo Grillo.
