En las últimas horas en la ciudad de Buenos Aires, donde estaba radicado desde que se alejó de la política, falleció Mario Roberto Russak, quien fuera comisionado de General Pueyrredon durante la dictadura cívico militar (1978-1981) y luego intendente democrático, con el sello de la Unión del Centro Democrático (Ucedé), desde 1991 a 1995.
Russak había cumplido 80 años el 20 de abril último y había sufrido trastornos de movilidad luego de una caída que le afectó un fémur y una rodilla; y atravesaba un tratamiento de rehabilitación a causa de sus problemas de salud, aunque no había abandonado su estudio jurídico, profesión que abrazó en distintas etapas de su vida.
Más allá de la polémica frase: “Mucha gente en Mar del Plata tiene una excepcional vocación por la mediocridad”, vertida en su época de comisionado del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, el 8 de septiembre de 1991, cuando los marplatenses fueron a las urnas nuevamente para elegir al tercer presidente, gobernador e intendente desde el retiro de la democracia, parecían haberlo olvidado. Russak, que ahora se presentaba como candidato de la Unión del Centro Democrático (Ucede) se impuso con el 29,9% de los votos sobre Juan Garivoto (Frente Justicialista Federal) y José Reynaldo Cano (Unión Cívica Radical).
Acosado por las denuncias judiciales y políticas, se creía que no iba a terminar su mandato, pero finalmente lo hizo. El juez Reinaldo Fortunato lo procesó en la causa del estacionamiento medido por presuntos “negocios incompatibles” con la función pública en diciembre de 1994, tras lo cual el Concejo lo licenció y, apenas regresó al cargo un mes más tarde, lo interpeló.
En febrero y marzo continuó la investigación con testimonios, tomas de declaraciones y pericias sobre cada uno de los temas en cuestión. En su defensa, Russak dijo que apelaría cualquier decisión del Concejo por “vicios de procedimiento”.
Finalmente, el jueves 10 de agosto de 1995, con el voto de 21 de los 24 ediles, el Concejo ratificó el dictamen de la comisión investigadora, presidida por el concejal radical Jesús Porrúa, y lo envió a la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires. No obstante, Russak continuó en su cargo y en diciembre pudo traspasar el mando al intendente electo, Blas Aurelio Primo Aprile.
Además de la frase de mediocres, quedó para los tiempos otra frase de Don Mario, "A no dudarlo".
