El Centro Integrador Comunitario (CIC) de Camet Norte festejó sus 18 años de vida con una jornada vibrante que reunió a familias, vecinos y equipos de trabajo en un ambiente cargado de emociones y participación colectiva. La tarde estuvo marcada por música de artistas locales, juegos para las infancias y espacios informativos que reflejaron los proyectos actuales y futuros del centro.

La celebración que contó con la participación del delegado de Santa Clara del Mar, Fabián Jacquet, no solo destacó el pasado, sino que renovó el compromiso de seguir construyendo comunidad a través de propuestas inclusivas y cercanía con los vecinos.

Verónica Zarza, secretaria de Desarrollo Social del municipio de Mar Chiquita, compartió su reflexión respecto del festejo en Stream Radio La Voz de Mar Chiquita: “Participamos de una jornada hermosa en la celebración de los 18 años del CIC de Camet Norte. Con mucho trabajo de todos los compañeros para que el Estado presente acompañe al vecino. Agradezco a todas las áreas que nos han ayudado a hacer este evento posible y estamos felices de haber podido vivir el festejo con los vecinos y vecinas”.

El CIC, explicó Zarza, es un espacio que trasciende la atención administrativa: “Somos una gran familia. En 20 años, ya vemos terceras generaciones: personas que eran niños y ahora nos visitan con sus hijos. Para muchos, es la única red de contención, su refugio en situaciones complejas, pero también un lugar para compartir alegrías”. Además, aclaró que el centro no solo atiende vulnerabilidades económicas: “Tenemos el Servicio Local de Protección de los Derechos del Niño, consultorios de obstetricia y ginecología, la Dirección de Discapacidad, el CPA para salud mental en acompañamiento de situaciones vinculares complejas, proyectos de compostaje y una huerta comunitaria demostrativa. Aquí no siempre tenemos todas las soluciones, pero orientamos, acompañamos y derivamos al vecino para que encuentre la respuesta que está buscando”.

Con un modelo que prioriza el trato cara a cara y el conocimiento de cada historia, el CIC se consolida como un símbolo de Estado presente en Mar Chiquita. “A veces hablo con colegas de otros municipios y nos ven como una ‘burbuja’ donde aún es posible trabajar con cercanía con los vecinos, facilitar el acceso a derechos y generar una mejora real de la situación de las familias”, concluyó Zarza. La jornada cerró con la promesa de seguir ampliando oportunidades, reforzando el rol del centro como un espacio de transformación social.