A pesar de los informes unánimemente adversos de la Región Sanitaria VIII , el Colegio de Farmacéuticos y la propia secretaría de Salud del Municipio al proyecto del edil del Pro Julián Bussetti que propone habilitar la comercialización de medicamentos de venta libre en kioscos o supermercados, el interbloque de Juntos por el Cambio recurrió nuevamente a la mayoría automática para evitar el archivo del expediente en la comisión de Salud Comunitaria del HCD, limitándose a aducir que “son sugerencias de tres áreas a las cuales se les ha pedido opinión y obviamente que dieron su parecer”.
Durante el debate, la edil de Unión por la Patria, Valeria Crespo, sostuvo que “los parámetros y toda la argumentación brindada en este expediente ya fue manifestada en contrario por las tres áreas pertinentes, incluso el propio Ejecutivo municipal dio una opinión contraria a un proyecto presentado por el bloque que responde al Intendente, es de necios seguir adelante con este proyecto, corresponde el archivo”.
No obstante, el concejal oficialista Cristian Beneito, insistió por enésima vez que “al armar nosotros un proyecto de comunicación lo que hacemos al pedir informes son una sugerencia, después está en nosotros tomar esas sugerencias a la hora de la votación. Pero más allá de que las tres áreas a las cuales se les ha pedido opinión dieron su parecer en base a este tema en particular, vamos a pedir que quede en comisión nuevamente a la espera de la nueva reformulación o no del proyecto en base a lo que planteó el concejal Bussetti”.
Ante la insistencia rayana en la obstinación de que el expediente quedase en comisión, como finalmente ocurrió por obra y gracia de la mayoría automática, la edil de Acción Marplatense, Eva Ayala, intervino para replicar que “es interesante esta reiteración de que hay sugerencias o hay pareceres o hay opinión donde hay ciencia y que, finalmente, cuando tiene que aparecer el argumento solamente aparece la reiteración de algo sin sustento. Claramente, frente a este expediente nosotros observamos que hay riesgos para la salud pública, se está fomentando la automedicación y, evidentemente, no solo no aparecen los argumentos y los elementos que sustenten una decisión de estas características, sino que, además, se insiste en que hay opinión donde hay ciencia”.
Más allá de que el interbloque de Juntos por el Cambio diera una muestra de ser más papista que el Papa, con la firma de la secretaria de Salud del Municipio, Viviana Bernabei, farmacéutica de profesión, el área sostuvo que si bien los medicamentos de venta libre son productos destinados a aliviar dolencias “que no exigen la intervención de un profesional médico, es decir, no necesitan una receta para su compra, no significa que puedan ser dispensados en un lugar no habilitado”.
Por el contrario, deben ser “adecuadamente clasificados según criterios científicos, acompañados de información suficiente y clara que le permita al consumidor adoptar decisiones de uso adecuado”.
En la misma línea, apuntó que debe haber una “trazabilidad” en toda la cadena desde “la producción, pasando por la adquisición hasta la dispensación del producto en condiciones de seguridad para el paciente”. Por eso el expendio necesita contar con “las garantías de un tratamiento fehaciente y veraz de la información, asegurando la libertad de elección sin menoscabar el derecho a la salud”.
“Por más anacrónica o restrictiva que pudiera resultar una norma, si su derogación en aras de la modernidad implica la afectación de procesos farmacoterapéuticos seguros, no se estará garantizando el derecho a la salud”, remarcó.
Asimismo, el informe de Bernabei alertó que es posible “sufrir una sobredosis de medicamentos clasificados como de venta libre”. Ello ocurre cuando una persona consume “una cantidad suficiente de la droga como para producir una reacción que pone en peligro su vida”.
(Gentileza: Roberto Latino Rodríguez)
