En las últimas horas, la ex presidenta Cristina Kirchner y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se reunieron para avanzar en una estrategia electoral unificada en la región bonaerense, en un intento por recomponer la unidad del peronismo de cara a las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo 7 de septiembre.
Si bien desde que Cristina Kirchner anunció su candidatura circularon versiones sobre un posible contacto con Kicillof, esas versiones fueron negadas repetidamente por sectores del peronismo enfrentados entre sí. Finalmente, la gobernación bonaerense confirmó la reunión, que concluyó con el acuerdo de conformar una mesa de diálogo integrada por representantes de los distintos espacios, con el objetivo de negociar la integración de las listas.
La comunicación oficial del encuentro fue escueta: “A última hora de esta tarde se reunieron Axel Kicillof y Cristina Kirchner. Se conformará un grupo integrado por representantes de los diferentes espacios para intentar construir una estrategia que confluyen en listas conjuntas”. Sin embargo, se aclaró que esto no implica que “ya esté todo arreglado” entre ambos dirigentes, ni que la unidad “sea un hecho” en el peronismo bonaerense.
Este acercamiento se produce luego de más de cinco meses de distanciamiento entre ambos líderes, marcado por tensiones internas dentro del peronismo. No obstante, la decisión de Cristina Kirchner de competir en la Tercera sección electoral, un bastión histórico del movimiento peronista, obligó al Gobernador a sentarse a negociar.
La reunión también responde a la necesidad de enfrentar la alianza confirmada entre La Libertad Avanza y el PRO, que competirán juntos en todo el territorio, poniendo en jaque la estrategia que la presidenta del Partido Justicialista quiere adoptar en la Tercera sección electoral. Por eso, una división interna podría condenar al peronismo a una derrota histórica.
A pesar de este primer paso hacia la unidad, persisten las diferencias entre el kirchnerismo, representado por Cristina Kirchner y su hijo Máximo, y el nuevo espacio lanzado por Kicillof, Movimiento Derecho al Futuro, que reúne a más de 40 intendentes que cuestionan el liderazgo tradicional de la ex presidenta.
Por su parte, Cristina Kirchner insiste en que hay que nacionalizar la discusión con Javier Milei, y considera que el desdoblamiento electoral decidido por Kicillof para la provincia de Buenos Aires fue un grave error del mandatario. Sin embargo, el gobernador busca consolidar su liderazgo y tener más poder de decisión en la mesa política.
Como próximo paso, Kicillof reunirá a sus intendentes el lunes para discutir la estrategia frente al diálogo con el kirchnerismo. El objetivo es incluir al Movimiento Derecho al Futuro en todas las decisiones, ya que los jefes comunales respaldaron al gobernador desde el inicio de su confrontación con Cristina Kirchner.
El cierre de listas para las elecciones del 7 de septiembre está previsto para el próximo 19 de julio, por lo el peronismo bonaerense aún tiene margen para negociar las listas. Desde ambos lados se intentará lograr la unidad, aunque todo indica que, de concretarse, será una alianza circunstancial para evitar una derrota.
