El periodista Anas al Sharif, de 28 años, uno de los reporteros más conocidos del canal de televisión Al Jazeera en Gaza, tenía el presentimiento de que cada una de las informaciones que enviaba desde la Franja podía ser la última.
Este domingo por la noche falleció junto a otros cinco periodistas en un ataque deliberado del ejército israelí contra la tienda de campaña en la que vivían y trabajaban a las puertas del hospital Al Shifa en la ciudad de Gaza
Al Sharif había dejado un texto preparado, una suerte de testamento para que fuera publicado en el caso de su muerte, señalaron sus allegados en un mensaje en su cuenta de X.
“Si les llegan estas palabras, sepan que Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz. En primer lugar, que la paz sea con vosotros y la misericordia y las bendiciones de Dios”, comienza la misiva que se le atribuye, que está fechada el 6 de abril de 2025.
La Franja se ha convertido en el lugar más peligroso del mundo para los periodistas. Desde que se iniciara el conflicto el 7 de octubre de 2023, 186 informadores han muerto en Gaza, según las cifras del Comité para la Protección de los Periodistas.
Minutos antes de su muerte, Al Sharif había publicado su última cobertura de los bombardeos israelíes en Gaza, en la que aseguraba que un intenso “cinturón de fuego” estaba golpeando las zonas este y sur de la ciudad de Gaza.
Una de esas bombas fue dirigida contra la tienda en la que Anas al Sharif y otros compañeros periodistas y camarófrafos se refugiaban.
Un rostro emblemático
Al Sharif se había convertido en uno de los rostros más emblemáticos en Gaza para la cadena catarí, un referente en el mundo árabe.
El reportero se había aventurado hasta el norte de la Franja para informar de los bombardeos israelíes en una de las zonas más castigadas de Gaza, y había llevado la hambruna que sufren los gazatíes a las pantallas de millones de espectadores.
“He vivido el dolor en todos sus detalles, he probado el sufrimiento y la pérdida muchas veces, pero nunca dudé en transmitir la verdad tal como es, sin distorsiones ni falsificaciones”, afirma el reportero en el mensaje publicado en sus redes sociales.
Con su trabajo, continúa, buscaba que Dios fuera testigo “de quienes aceptaron nuestro asesinato, de quienes nos ahogaron y cuyos corazones no se conmovieron ante los restos dispersos de nuestros niños y mujeres, sin hacer nada para detener la masacre que nuestro pueblo ha sufrido durante más de un año y medio”.
Además de Al Sharif, también perecieron en el ataque sus compañeros de Al Jazeera Mohammed Qreiqeh, reportero como él, los camarógrafos Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa, y el conductor del equipo, Mohammed Noufal. Reuters informó de que un sexto periodista freelance, Mohammad al-Khaldi, también murió en el bombardeo.
Blanco del ataque israelí
Israel ha reconocido que Al Sharif fue blanco del ataque, y lo acusó de ser un líder de Hamás que se hacía pasar por periodista, a pesar del largo historial profesional de Al Sahrif. De los otros informadores muertos en el mismo bombardeo no ha dicho nada.
El editor internacional de la BBC, Jeremy Bowen, quien ha podido ver las pruebas que el gobierno israelí ha presentado, señaló que “no son convincente”.
El sufrimiento del pueblo palestino también está presente en el mensaje póstumo de Anas al Sherif: “Insto a que no dejen que las cadenas les silencien, ni que las fronteras les restrinjan. Sean puentes hacia la liberación de la tierra y su pueblo, hasta que el sol de la dignidad y la libertad salga sobre nuestra patria robada. Les confío el cuidado de mi familia”.
Al Sherif era padre de dos una niña, Sham, de 4 años, y un niño, Salah, de uno.
Nacido en 1996 en el campamento de Yabalia, al norte de la Franja de Gaza, y ha sido uno de los corresponsales de campo más destacados de Al Jazeera desde el estallido de la guerra en octubre de 2023.
En diciembre de 2023 perdió a su padre, Jamal al Sharif, en un atentado que tuvo como objetivo la casa familiar, tras lo cual continuó con su trabajo periodístico.
El reportero cubrió los ataques contra sus colegas, entre ellos Ismail al Ghoul y Rami al Rifi, quienes murieron en un bombradeo en el campo de refugiados de Shati en 2024.
El director editorial de Al Jazeera, Mohamed Moawad, rechazó la acusación israelí y declaró a la BBC que Sharif “solo estaba haciendo una cosa: informar y dar voz a quienes no la tienen dentro de la ciudad de Gaza”.
El ejército israelí no permite la entrada de medios de comunicación extranjeros a la Franja de Gaza, por lo que la única información que llega desde allí procede de reporteros locales y de los testimonios de ciudadanos gazatíes.
La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha condenado el asesinato de los seis periodistas en Gaza, calificándolo de “grave violación del derecho internacional humanitario”.
(BBC News Mundo)
