En la empresa pesquera Ostramar, firma que ya tiene varios antecedentes por denuncias de incumplimientos laborales y que estuvo involucrada en el juicio por el hundimiento del buque Repunte, 50 trabajadores registrados del sector fileteado fueron despedidos, según denunció el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP). Desde hace tres meses no realizan tareas, no perciben el salario mínimo garantizado y la empresa ya los considera cesanteados.
A los afectados se les propuso abonar únicamente el 50% de la indemnización legal, fraccionado en 12 o 18 pagos. Además, trascendió que las instalaciones serían alquiladas a otra firma, y que este nuevo empleador anticipó que los contratos serían informales, es decir, sin registración laboral. Esta modalidad ya se había presentado en el caso de Apolo Fish.
Ante el rechazo unánime de los trabajadores a estas condiciones, se realizaron varias audiencias en el Ministerio de Trabajo, sin lograr acuerdo alguno. Como medida de protesta, los ex empleados se movilizaron este lunes hasta la vivienda de Marcela Caputo, la dueña del Grupo Caputo, quien recientemente fue sobreseída en la causa que investiga el hundimiento de uno de sus buques, el Repunte, y realizaron una ruidosa protesta.
