En diálogo con Cazador de Noticias, el dirigente del Partido Socialista Auténtico de Mar del Plata – Batán en Unidad Socialista, Pablo Aceto, planteó que “la Argentina es el octavo territorio del mundo y en algún momento alguna ministra de Defensa dijo que no teníamos hipótesis de conflicto, a pesar de tener, en las Islas Malvinas y Sándwich del Sur, territorio argentino ocupado por fuerzas de la OTAN, donde también entra a jugar la proyección argentina a la Antártida. Pero independientemente de las cuestiones políticas que en su momento dividió la sociedad con las fuerzas armadas, es claro que la Argentina es un país rico y si no ha sufrido ningún conflicto es porque hemos tenido conducciones políticas que han entregado todo, así que no había nada que defender, era cuestión de venir , pedir y nada más”.
En tal sentido, recalcó que “hoy la Argentina está regalada, entonces no hay conflicto, vienen y se sirven. El tema es cuando los argentinos tomemos la decisión de defender nuestros intereses. Ahí las cuestiones cambian de una manera tan trascendental que hay que plantearse en serio una política de defensa”.
Subrayó que “la actualidad es sombría. Tenemos una Armada que no sabemos qué capacidad de ataque tiene, si es la misma de la Fuerza Aérea, estamos fritos. A esto hay que sumar el reciente Informe 144 de la Jefatura de Gabinete, donde se expuso que, desde el 10 de diciembre del 2023 a la fecha, las Fuerzas Armadas de Argentina registraron la baja voluntaria de más de 15.000 efectivos. Según el Informe, las razones de las bajas voluntarias son multicausales, pero la principal es la económica/salarial”.
Remarcó, además, “la sangría de personal altamente capacitado, y con experiencia adquirida tras varios años de servicio, que vienen sufriendo las Fuerzas Armadas Argentinas, pese a que ganó relevancia en las últimas semanas por las cantidad de bajas y retiros entre oficiales y suboficiales, poco se ha hablado sobre la pérdida de capacidades que significan estas salidas, las consecuencias inmediatas que tienen en el funcionamiento de las unidades, así como el tiempo y recursos que se deberán invertir para recuperarlas”.
Finalmente, sostuvo: “Así como hablamos también de los recursos energéticos y de los recursos mineros, el personal altamente capacitado y con experiencia adquirida tras varios años de servicio también es un recurso, y la consecuencia de la salida de oficiales y suboficiales altamente capacitados es una pérdida irreparable de recursos humanos con experiencia y formación especializada, particularmente en unidades de élite y áreas críticas. Este fenómeno tiene un efecto doble: no solo reduce la cantidad de personal, sino que también afecta la calidad y la disponibilidad de capacidades clave para la defensa nacional. En definitiva, somos un país incapaz de defenderse y no es casualidad, esto habla de un modelo para el cual los recursos naturales, la industria y la capacidad de defensa no son cuestiones centrales, como lo son en cualquier país que pretenda mantener su integridad territorial”.
