Jorge Martínez propietario de la parrilla Costa Norte - conocida por su iniciativa solidaria de ofrecer comidas gratuitas a personas en situación de calle todos los lunes, algo que ha ganado la atención de medios locales y nacionales -, formuló una denuncia penal por cohecho, extorsión y amenazas, en la Fiscalía General, contra el intendente Guillermo Montenegro , el jefe de inspectores de la Subsecretaría de Inspección General y los cuatro inspectores que participaron en el marco de un operativo, realizado el pasado 27 de septiembre, “en el que arbitrariamente clausuraron mi negocio porque desde que doy todos los lunes de comer gratis a unas 60 personas en situación de calle, el intendente Montenegro , quien odia a la gente en situación de calle, los descalifica llamándolos ´fisuras´ y eso es de público conocimiento, comenzó a perseguirme y llenarme de inspecciones cuando yo al Municipio ni a nadie le he pedido un peso para desarrollar esta obra benéfica, todo sale de mi trabajo, o sea de mi bolsillo. Pero yo voy a seguir dando de comer a las personas en situación de calle”, afirmó.
En declaraciones al programa Propuesta Joven por la FM 90.5, Martínez relató que “después de toda la repercusión que se le dio porque le damos de comer a la gente en situación de calle, recibo un llamado telefónico anónimo, advirtiéndome textualmente: ´Pará de darle comer a la gente en situación de calle o te clausuramos. No sé de dónde vino. Pudo haber venido de cualquier persona, pero el hecho es que el sábado pasado, siendo aproximadamente las 20 llegaron a mi local cuatro inspectores de la Subsecretaría de Inspección General, donde me pidieron toda la documentación referente al local, la cual se encuentra en perfectas condiciones dentro de las normas estipuladas por la Municipalidad y como no pudieron, después de recorrer todo el local, encontrar falencias, entonces llaman a su jefe y le dicen que está todo en orden. En esas circunstancias el jefe le dice que revisen los matafuegos. Yo tengo cinco matafuegos pero estoy habilitado con cuatro matafuegos. Por lo tanto, puedo tener veinte matafuegos y con que cuatro estén perfectos no me pueden decir nada. No obstante, como el quinto matafuegos estaba vencido desde hace una semana, me pusieron la faja de clausura desprestigiando mi negocio, ya que vendemos comida y cualquiera que ve esa faja de clausura puede pensar que nos encontraron comida podrida. Luego de colocar la faja de clausura, se fueron a charlar a la camioneta y al rato regresa un inspector, al cual tengo identificado porque es el único que me mostró la credencial, y me propuso textualmente: ´Nos dijo el jefe que si pones $200.000, sacamos la faja de clausura y dejamos todo en la nada´. Les respondí que no les iba a dar un peso y los eche del local”.
“Así que hice la denuncia penal en la Fiscalía General contra el intendente, contra el jefe de Inspectores de la Subsecretaría de Inspección General y contra el inspector que me pidió la plata, y ya está interviniendo la Fiscalía de Delitos Económicos Nº 10. Finalmente, el Juez de Faltas ordenó el levantamiento de la clausura, y consideró que era una barbaridad lo que habían hecho”, agregó.
“Mi comercio cuenta con habilitación vigente y cumple con todas las normas respectivas en cuanto a higiene y seguridad. No me voy a dejar coimear, ni extorsionar ni amenazar por unos malos inspectores y su jefe, maridados por el intendente. Voy a seguir dando, todos los lunes, a las personas en situación de calle asado, chorizo, morcilla y chinchulines , más una porción de papas fritas y una gaseosa de primera marca, sentados en las mesas y calentitos como si fueran clientes”, concluyó.
