Por Pablo Aceto
Integrante del Foro del Transporte del Pdo. De Gral. Pueyrredon
La Argentina ya está en default, tecnicismos aparte, sin que esto genere mas escándalos salvo algún operador oficioso, ya que incluso los bonistas sabían el desenlace. El proceso de desapalancamiento argentino es inevitable dado que el apalancamiento tan solo sirvió para financiar operaciones de fuga de capitales. Pero peor es aún la descapitalización producto de políticas de entrega, en la que se destaca los recursos energéticos. Cabe aclarar que el apalancamiento financiero (crédito) tiene como objetivo financiar operaciones sin utilizar el capital propio, en la Argentina el endeudamiento es la etapa final del saqueo.
Desde ya varios años el mundo mostraba signos de una inminente recesión, signos indisimulables durante los últimos tiempos, donde los países comenzaron a cerrarse produciendo guerras de precios, aranceles y políticas antimigratorias de defensa del trabajo. También se destacó la sobre explotación de recursos sobrepasando límites de los equilibrios ecológicos incompatibles con la vida e incluso con las lógicas económicas.
Los conflictos que marcaron desde finales de siglo XIX a la fecha, con la irrupción de la segunda revolución industrial en que las disputas giran alrededor de obtener energía abundante y barata, parece haber perdido vigencia ante la caída de los precios, provocando la caída de todas las estructuras basadas en este paradigma. Las cartas ya estaban tiradas, y la pandemia aceleró los tiempos, el presidente estadounidense Trump declaró entusiastamente que EEUU habría logrado la independencia energética, pero en realidad la supremacía estadounidense quedó bajo la custodia de un Gigante con Pies de Barro, luego de varias décadas el país del norte ocupó el primer lugar como productor de petróleo, pero un liderazgo basado en la producción de Petróleo de esquisto (fracking) que con su costo de u$s 60 el barril de crudo, no puede sostener disputa alguna con Arabia Saudita que bombea crudo a u$s 10 o Kuwait que produce a u$s 11 el barril o Rusia que está sentada sobre petróleo y oro y China firmando contratos con Renminbi (yuanes), rompiendo así el monopolio del petrodólar en el mercado.
De hecho, desde un principio, el petróleo shale conservó poca relación entre la realidad y las expectativas iniciales, ante los costos de dos billones de dólares que dejó La guerra de Irak que tenía como objetivo la estabilización de los suministros de crudo, la técnica del fracking aparecía como un camino mas viable que emprender otras guerras. A poco tiempo las expectativas comenzaron a desplomarse cuando las formidables inversiones que esperaban 50 años de producción por cada pozo, se encontró con la triste realidad de un año de producción, arrastrando a los productores a realizar más pozos para recuperar la inversión y abandonando protocolos de seguridad ambiental y del trabajo para lograr bajar los costos de u$s 60 a u$s 50.
Con el acuerdo OPEP+ (OPEP + RUSIA) para reducir la producción de 9,7 millones de barriles diarios parecía darle estabilidad y precio al fracking, pero duró poco, PrecioPetroleo.net de fecha 21/04/20 publicó: El martes, los futuros del petróleo Brent se desplomaron nuevamente, cuando el pánico en el mercado se extendió por segundo día y sin un final a la vista, en medio de un creciente exceso de suministros a raíz de una fuerte baja de la demanda de combustibles por la pandemia de coronavirus.
Se espera que el principal centro de almacenamiento de Estados Unidos, en Cushing, Oklahoma, punto de entrega del WTI, esté lleno en unas semanas.
Por otra parte el economista Konstantinos Venetis, dijo: “Con la escasez de almacenamiento disponible, nadie quería mantener un contrato a punto de vencer. Los productores estadounidenses de esquisto se están acercando rápidamente al punto en que se verán obligados a cerrar sus operaciones.”
Ante todo esto, la Argentina mantiene obstinada, las políticas de los ´90, con la entrega de nuestros recursos energéticos se transfirió el recurso a manos de sectores privados extranjeros, despojándonos de nuestro capital y atándonos a sus crisis.
La historia energética Argentina comienza en Comisión de Napas de Agua y Yacimientos Carboníferos dependiente del Ministerio de Agricultura en 1902 y el Ingeniero Enrique Mosconi (presidente de YPF desde 1922 a 1930) que dejó como consigna, “la propiedad del subsuelo es un derecho inalienable del país”, el proyecto quedó claro, si bien la Argentina nunca tuvo los recursos suficientes para convertirse en un país petrolero, si era capaz de generar el autoabastecimiento para apoyar la producción nacional. Este proyecto no prosperó, la corrupción, políticas de entrega y un modelo de país extractivista-exportador nunca tuvo la visión mas allá de la venta a granel.
Vaca Muerta fue mostrada como la salvadora del país, pero es claro para el que quiera ver, que los costos ambientales y financieros la hace inviable con un precio del barril inferior a los u$s 100, Vaca Muerta encuentra su significado en las divisas que pueda obtener para el pago de deuda externa a costa del empobrecimiento del país.
Por otro lado, existe Cerro Dragón, que es el principal yacimiento argentino de petróleo convencional con reservas declaradas de 900 millones de barriles (entregado al sector privado en una mas que vidriosa renovación de concesión) y una capacidad de refinado de: La Plata 198.000 barriles por día, Mendoza 126.000 bpd, Dock Sud 110.000bpd, Campana 90.000bpd, Bahía Blanca 32.000 bpd, San Lorenzo y Campo Duran con 30.000 bpd y dos pequeñas en Plaza Huincul, aproximadamente la Argentina tiene capacidad instalada para refinar 616.000 barriles por día, que supera los 530.000 bpd que se producían antes de la pandemia.
El modelo privatizador pide un precio de barril sostén de u$s 54, si no se entiende, pretenden que este país empobrecido garantice la rentabilidad de empresas extranjeras. Este modelo energético se aplica en la Argentina y en Camerún, donde el recurso nacional es aprovechado por petroleras y gasíferas extranjeras a costa del empobrecimiento de sus pueblos, claramente los operadores están practicando políticas extorsivas amenazando con el desabastecimiento, sabiendo que nuestro país no tiene divisas ni siquiera para importar el crudo a bajo precio.
La crisis mundial ha llegado para quedarse algunas décadas, los diagnósticos optimistas hablan de recesión mundial, los otros hablan de depresión, lo que queda en claro es que los precios de los commodities no serán los suficientes para un país que no produce nada y que tiene que importar todo, y es claro que para salvar divisas tendremos que encarar políticas serias de sustitución de importaciones, y es aquí donde hay que reevaluar las políticas energéticas ya que no tiene sentido subsidiar al sector privado para que éstos exporten nuestros recursos, cuando estos recursos son irreemplazables para el desarrollo de nuestra economía.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.
