Por Gabriel Solano
Diputado del Partido Obrero
La condena contra CFK forma parte de una guerra por el control de la Justicia entre el gobierno y la oposición macrista. Todos integran un régimen caracterizado por la corrupción, la manipulación del poder judicial y de los servicios de inteligencia. Los negociados con la patria contratista tanto en Santa Cruz como en el resto de las provincias y en el Estado nacional ha sido y es común a empresarios y políticos que se mueven a ambos lados de la llamada 'grieta'.
Cristina Fernández se victimiza frente al esquema de manipulación macrista de la justicia y los servicios. Pero no asume la propia responsabilidad de haber gobernado ella y su esposo, Néstor Kirchner, los tres mandatos con Jaime Stiuso manipulando la justicia federal de una manera abierta y ostensible.
Ha quedado expuesto un régimen podrido que beneficia a políticos y empresarios mientras condena a la pobreza y la indigencia a millones de personas. Necesitamos terminar con los políticos capitalistas y que se vayan todos para que gobiernen los trabajadores.
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