Por Taxistas, remiseros y autos rurales
de Mar del Plata
"Sr intendente GUILLERMO MONTENEGRO, intendente de los marplatenses como usted se hace llamar, una vez más los taxistas y remiseros de su ciudad le pedimos que interponga los derechos de este grupo de genuinos vecinos marplatenses, por encima de inescrupulosos capitales extranjeros.
Usted sabe bien Sr Intendente que estas empresas multinacionales solo vienen a la ciudad a destruir la genuina mano de obra local, que no garantizan en absoluto la solución para el servicio, que lejos de mejorarlo, lo destruyen con el tiempo y solo vienen por el patrimonio de estas familias locales.
Nosotros los taxistas y remiseros de su ciudad siempre hemos buscado y aceptado, es cierto unas veces más rápido que otras, las solicitudes del municipio, luego de una pandemia atroz que significó el descalabro total en nuestra actividad, pero siempre en marco del dialogo para el beneficio de todos.
De un tiempo a esta parte el Poder Ejecutivo ha dejado de oír nuestras voces, y en cambio se ha notado un interés creciente en buscar soluciones donde no las hay, y dejar desamparada la verdadera mano de obra local. Nosotros los trabajadores del volante, no dejaremos ni renunciaremos a nuestros derechos genuinos, como tener un trabajo digno y una TEMPORADA acorde, como a lo largo de la historia nos ha servido para sobrellevar el invierno tan largo en la ciudad.
Sr Montenegro si en verdad es el intendente de los marplatenses es hora de cortar el problema de raíz, usted y el HCD tienen las herramientas genuinas para solucionarlo, tiene los datos del censo, tiene las inspecciones finalizadas, tiene los GPS instalados, basta de la sanata de la modernidad que en este caso es PRECARIEDAD, si hacen falta unidades tienen que sumarse, pero SIEMPRE bajo las figuras reguladas por el municipio y amparadas por leyes y ordenanzas.
Sr INTENDENTE este el mensaje de las 7000 familas de taxistas, remiseros y autos rurales que viven todo el año en su ciudad no la desestime una vez mas!!!".
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.
