Desde la Cámara Marplatense de Empresas Comerciales y de Servicios (CAMECO) se vertió opinión acerca de lo ocurrido en Ferimar. Héctor Domínguez, vicepresidente de la cámara y uno de sus integrantes más conocedores en materia de normativa municipal y disposiciones de seguridad, fue la voz cantante de la entidad y aportó varios puntos que son interesantes para el análisis post incendio.
Desde CAMECO analizaron las declaraciones del propietario del predio, quien había asegurado que “no es su costumbre tener seguros y que solo tenía uno de Responsabilidad Civil por si alguien se caía dentro del predio”.
En este sentido, Domínguez dijo que “ninguna compañía de seguros responsable hubiera tomado el riesgo de incendio edificio, y mucho menos la responsabilidad civil hacia terceros en caso de siniestro. Estas compañías reaseguran los riesgos grandes en el exterior, por lo que deben cumplir pautas técnicas que impiden tomar un riesgo de las características del predio Ferimar”.
Y afirmó que “en consecuencia, durante los años que la feria estuvo abierta, además del riesgo al que estuvo sometido el público, si se hubiera producido un estrago con múltiple cantidad de víctimas, los reclamos por daños y perjuicios hubieran sido dirigidos al empresario, y en forma simultánea, al Municipio que habilitó la feria. Por supuesto las demandas hubieran sido por cifras descomunales, y hubiéramos terminado pagando nosotros, los contribuyentes. Durante 24 años para que un empresario haga su negocio la Comunidad Marplatense ha sido forzada a ser su garante”.
Domínguez explicó que las medidas de seguridad contra incendio “deben contemplar la posibilidad de que el fuego se produzca en forma casual ó intencional. En un lugar de gran concurrencia de personas y consecuentemente de alto riesgo no puede descartarse ninguna alternativa. En este caso las medidas de seguridad han sido inadecuadas e insuficientes o -lo mas probable- el predio era decididamente inapto para albergar la actividad. El fuego no pudo ser controlado con el predio casi vacío –los ocupantes tuvieron inconvenientes para salir-. Aterra pensar que podría haber pasado estando lleno de gente“.
Como ha sido publicado en varios medios de comunicación locales Domínguez puntualizó que “el propietario manifiesta que su predio estaba preparado para ser evacuado en dos minutos, lo que resulta falso” y describió: “posiblemente esa sea la capacidad de evacuación de las salidas, considerando que todo el mundo se dirija a la puerta más cercana y salga ´al trotecito´. Pero en medio de un incendio que se propaga rápidamente la gente es ganada por el pánico, corre para cualquier lado, se choca entre sí, en este caso habrían derribado stands que se hubieran constituido en barreras para la circulación, mucha gente cae al suelo, es pisada por los que vienen atrás, se van formando amontonamientos de cuerpos. En definitiva muchos alcanzan a salir pero otros no, y en un incendio que se generaliza en pocos minutos esto es fatal para un porcentaje importante de la concurrencia. Esto pasó en Cromagnon, en Keyvis, en la discoteca de Madrid, en el Shopping de Paraguay y en otros casos”.
En su diagnóstico, agregó qe “si en FERIMAR, en lugar de haberse producido el siniestro a las cuatro de la mañana hubiera sucedido a las diez de la noche, donde entre empleados y público podría haber entre 3000 y 4000 personas estaríamos lamentando una tragedia de gran dimensión”.
Desde CAMECO se mostraron preocupados por la situación de los feriantes que habían comprometido sus esfuerzos económicos en la ilusión de una buena temporada: “sin haber llegado al estrago, el siniestro produjo cantidad de daños materiales en bienes de terceros -los puesteros- los cuales ya han manifestado que le van a iniciar juicio al empresario. Seguramente los abogados no van a dejar pasar la posibilidad de extender el reclamo al Municipio”.
En el final, los integrantes de CAMECO señalaron que “este caso deja como enseñanza que se debe ser mucho mas cuidadoso al habilitar superficies con alta concurrencia de gente y que las normas de bomberos tendrían que ser revisadas, por cuanto se han manifestado como ineficaces”.