El edil radical ha tomado en cuenta la situación planteada con la recolección de residuos domiciliarios, en bolsas verdes, para su reciclado, y ha destacado que los recuperadores que trabajan en el predio de disposición final denunciaron que desde la puesta en marcha de la separación de residuos en origen, los camiones recolectores de la empresa Transportes 9 de Julio SA descargan parte de las bolsas en la planta de reciclaje y el resto, sea inorgánico o no, en el nuevo relleno sanitario, mientras que ellos apenas reciben unas pocas cargas diarias.
Aseguraron que como consecuencia de la disminución del trabajo en el lugar, más de 400 familias quedaron en una situación “muy precaria”.

“En el terreno donde está la planta de separación quedaron unas 30 personas y a esos compañeros les están tirando entre 10 y 11 camiones de residuos diarios, pero los que quedamos en el predio y no queremos pertenecer a la cooperativa CURA quedamos en una situación muy precaria, peor de la que estábamos”,

En declaraciones a la prensa, María Soubelet, recicladora en el predio de disposición final de residuos, criticó duramente la decisión del gobierno municipal de impedir que los cartoneros retiren las bolsas verdes de los domicilios, previo al paso del camión de la 9 de Julio. “Nos manifestaron que tenemos terminantemente prohibido levantar las bolsas verdes porque la gente hizo denuncias. Yo reciclo la misma basura que antes pero ahora está en una bolsa verde. Nos tratan como si fuéramos ladrones de la basura”, sostuvo. Y enfatizó: “En Mar del Plata, la ciudad con mayor desocupación y trabajo en negro, está dejando en la calle a 400 familias del predio y a otos 700 cartoneros que solamente quieren llevar un sustento a su casa y no salir a robar”.
 
Efectivamente, el intendente Pulti ha denunciado la aparición de una organización que se dedica a apropiarse de la basura recuperable. Para desalentar estas prácticas el municipio inició operativos de control para interceptar camiones, camionetas y acoplados con bolsas de residuos. La Directora de Tránsito Claudia Rodríguez explicó que una de las maneras de desalentar la “recolección clandestina” consistió en secuestrar algunos de estos vehículos ya que, según pudo comprobarse en la mayoría de los casos, no poseían sus papeles en regla.

Conforme transcendió, tanto Claudia Rodríguez, como el presidente del Ente Municipal de Servicios Urbanos (Enosur), Manuel Regidor y el director de Inspección General Eduardo Bruzetta se reunieron con el comisario general Abel Maggi, titular de la jefatura Interior Sur de la policía, con el propósito de coordinar aspectos de los operativos de control. El comisario general Abel Maggi afirmó que la policía trabajará a la par de la Municipalidad multiplicando esfuerzos, y confirmó que “hemos notado la presencia de personas que están juntando bolsas verdes por fuera del sistema propuesto por el municipio, por lo que se va a reactivar un operativo donde nosotros vamos a ser parte con una apoyatura policial para detectar a estas personas y actuar en consecuencia”. Por lo tanto, se hará un control en conjunto entre la policía y la Municipalidad, y además, nosotros vamos a multiplicarlo con las 82 cuadrículas con sus 82 móviles, que estarán atentos y harán una especie de operativo global para tener mas visualización de este sistema en las calles de Mar del Plata”.

Rodríguez afirmó que “resulta preocupante la liviandad con la que se trata el tema, por parte de las autoridades municipales, sin ir al fondo del problema. Según informes recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en Mar del Plata el índice de desocupación se ubicó al término del primer trimestre de 2012 en el 8,1% contra el 7,8% de igual período del año pasado. El cierre del viejo predio de disposición, ha dejado a más de 400 familias que vivían de la recolección de residuos, en condiciones indignas por cierto, ante la certidumbre de quedarse sin el sustento diario. El gobierno municipal debió haber prevenido estas consecuencias, e implementado una solución alternativa, a la situación irregular presentada. No puede resultar una solución adecuada poner a la polícia a perseguir autos y camionetas con bolsas verdes, desatendiendo su función central que es el cuidado de la seguridad pública en general. Resulta imprescindible el aportar una cuota de racionalidad y entender que es inadmisible estigmatizar a ciudadanos que buscan su sustento de manera lícita, en un marco preocupante de aumento de la desocupación y la pobreza. Criminalizar la pobreza es inaceptable”.