El fallecimiento de los karatecas oriundos de Mar del Plata se produjo el 8 de noviembre de 2003, sobre la ruta nacional 60, a la altura de El Bosquecillo, Departamento de La Paz, Catamarca, cuando viajaban en un Renault 12 hacia la capital de provincia para dar clases de artes marciales junto a otro joven, de 19 años, llamado Marcos Panevianco.

En ese lugar, un micro de la empresa Mercobús se detuvo sobre la banquina por un desperfecto mecánico y detrás de éste, pero en la calzada, estacionó un camión Mercedes Benz 1114 con doble acoplado, que transportaba madera, el cual era conducido por Londero.

Según la investigación, el acusado intentó ayudar al chofer del micro a solucionar el inconveniente y, en ese momento, el coche conducido por Facundo - quien era padre de un niño de 2 años - se incrustó en la parte trasera del camión.

De acuerdo a la imputación, Londero no había colocado la señalización correspondiente ni las balizas, con el agravante de que había niebla y que la ruta estaba en mal estado.

A raíz del impacto, Facundo y Alejandro murieron casi en el acto, mientras que Pisoni hijo falleció camino al hospital y Panevianco sólo resultó herido.

Durante la etapa de instrucción, la fiscal de Recreo, Ana María Barbieri, imputó tanto al conductor del micro, Moisés Catinzano, como a Londero por el delito de “homicidio culposo”.

Luego, el fiscal Hugo Burgos se hizo cargo de la causa, dictó el sobreseimiento del conductor del micro y recién en 2008 elevó a juicio oral la causa al camionero Londero.

En 2010, cuando iba a comenzar el debate, el abogado defensor Víctor García interpuso un “recurso de queja” ante la Corte Suprema por lo que el juicio quedó en suspenso.

Finalmente, los ministros Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda y Carmen Argibay, denegaron el pedido de la defensa para que el acusado no sea sometido a juicio y, a cambio de ello, realice tareas comunitarias.


Fuente: Telam