Antonia Acuña de Segarra fue emblema de las Abuelas de Plaza de Mayo en Mar del Plata y llevó por el mundo el reclamo por las desapariciones en Argentina durante la Dictadura Militar y el robo de bebés del que fue víctima.
Los represores se llevaron a su hijo, a sus dos hijas embarazadas y a sus parejas. Laura estaba a término de su embarazo cuando fue secuestrada y Alicia cursaba el tercer mes de embarazo.
Todo ese dolor se transformó en lucha, militancia y búsqueda y nunca bajó los brazos.
"Los Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas del Terrorismo de Estado hemos transitado a su lado muchos años y queremos manifestar nuestro dolor y congoja por su partida", escribieron desde ese espacio en las redes sociales.
"Cuando la pandemia termine y podamos volver a reunirnos le brindaremos el merecido homenaje que las circunstancias nos impiden efectuar hoy", concluyeron.