La Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI) encabeza un proyecto de ley que apunta a regular el desembarco masivo de productos de Shein y Temu en el país.
La iniciativa busca imponer las mismas condiciones que enfrenta la industria nacional, es decir certificaciones de origen, auditorías ambientales, controles de toxicidad y aplicación de impuestos internos.
La propuesta se articula con legisladores locales y cámaras textiles de Brasil y México, con el objetivo de establecer un frente común ante el impacto de las plataformas chinas.
El modelo a seguir es la normativa aprobada en Francia en 2023. Allí se introdujo un impuesto ecológico progresivo de 5 euros por prenda, que se duplicará a 10 euros en 2030, además de la prohibición de publicidad para la moda ultrarrápida y la obligación de informar en las etiquetas el impacto ambiental de cada producto.
“Soy optimista porque veo un consenso creciente. Ningún país entrega su mercado interno sin reaccionar”, señaló Claudio Drescher, presidente de la CIAI.
La situación del sector en Argentina es crítica. Según datos de la Fundación ProTejer:
· La mitad de las empresas textiles reportaron una baja del 7% en sus ventas en el segundo trimestre de 2025.
· Ocho de cada diez compañías sufrieron caídas acumuladas del 30% en los últimos dos años.
· El sector pierde 1.500 puestos de trabajo por mes, lo que enciende las alarmas en una industria históricamente generadora de empleo.
Además de la competencia desleal de precios, los industriales apuntan a la recesión económica, el aumento de costos en dólares y la apertura de importaciones como factores que agravan la crisis.
Uno de los puntos centrales del borrador de la ley es la verificación de la calidad de las prendas importadas. La Anmat sería la encargada de certificar que la ropa no contenga sustancias tóxicas.
El antecedente más citado es un informe del Gobierno Metropolitano de Seúl, que reveló que ropa infantil vendida en esas plataformas superaba hasta 600 veces los límites de cadmio y plomo permitidos por ley.
El fenómeno no es exclusivo de Argentina. El Parlamento Europeo avanza en aplicar un arancel de dos euros por prenda en plataformas de bajo costo, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acusó a China de inundar los mercados internacionales con producción subsidiada.
En América Latina, países como México, Chile, Ecuador, Uruguay y Colombia ya aumentaron aranceles para contener el avance del fast fashion.
El proyecto de ley ya cuenta con respaldo de distintos bloques legislativos, entre ellos Miguel Ángel Pichetto, Nicolás Massot y Martín Lousteau. Los industriales esperan que la norma avance en el primer semestre de 2026, en línea con las regulaciones internacionales.
“Este fenómeno chino es letal para la industria nacional. Si no actuamos, perderemos miles de empleos y capacidad productiva”, advirtió Pichetto.
